El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibirá a los gremios de los docentes para iniciar formalmente las paritarias 2023, en lo que parece una puesta a prueba no solo del poder de negociación del sindicato, sino del alineamiento de esa gestión con el trazado económico del Gobierno nacional.

A fines de diciembre pasado, Kicillof cerró las paritarias 2022 tras varias revisiones. Los estatales bonaerenses llegaron al 97% anual, mientras que los docentes lograron entre un 100,8% y un 103,3%, según el cargo y la antigüedad. Esto superó la inflación minorista que alcanzó al 94,8% durante todo el año pasado. 

Antes de esta reunión, que tendrá lugar a las 14.00 en la sede del Ministerio de Educación, el titular de Suteba, Roberto Baradel, sostuvo que la de 2022 “fue buena negociación en función de los niveles de inflación que estamos teniendo” y sostuvo que existe “una recuperación del salario”.

En tanto, el titular de la Asociación de Trabajadores del Estado, Oscar de Isasi, dijo que “este tiene que ser un año en el cual se consolide el camino de la recuperación del poder adquisitivo del salario”.

Lo cierto es que desde el ministerio de Economía de la Nación, el titular de la cartera, Sergio Massa, quiere que los aumentos de salarios no superen una pauta del 60% anual, como una forma de contener la inflación.

La ministra de Trabajo de la Nación, Raquel “Kelly” Olmos, explicó que una suba de salarios de hasta el 60% "sería converger hacia el nivel pautado de inflación, más algún punto de recuperación”.

El aumento de salarios, sumado “a que también habrá una reducción de la inflación, (todo eso) implica una mejora de la capacidad adquisitiva", dijo Olmos en declaraciones a la radio AM 750.

Sin embargo, dejó en claro que “es una política que propiciamos. Del mismo modo que el año pasado el Gobierno frente a la explosión inflacionaria que se dio hacia mitad de año impulsó la reapertura y revisión de las negociaciones paritarias para evitar que hubiera una perdida significativa de la capacidad adquisitiva por parte de los salarios".

Más allá de las declaraciones, la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), y las cámaras empresarias de la actividad cerraron a mitad de enero un incremento salarial del 101%, para el año en curso.

En períodos de alta inflación “todos los contratos tienen a acortarse”, destacó la economista Marina dal Poggetto, y en ese marco explicó que en este acuerdo “el gobierno pone un número, digamos 60%, pero después vemos”.

La titular de la consultora EcoGo también dio cuenta que un nivel del 5% mensual, como hubo en noviembre y diciembre “arroja un 80% en el año” y en ese marco “los sindicatos saldrán a defender el ingreso de sus representados, entre otras cosas, por miedo a perder ante los gremios de izquierda, como paso en el caso de neumáticos”.

Dal Poggetto, en declaraciones a Radio Mitre, explicó que “el problema es que cada vez hay menos trabajadores formales, unos seis millones sobre un total de 19 millones” y advirtió sobre la pérdida del poder adquisitivo.