La letra fría dice que las compras a través de tarjetas de crédito,registraron a fines de marzo un saldo de dos billones, 2.443.898 millones de pesos, lo que significó un aumento de un 5,2% nominal respecto al cierre del febrero, por debajo de del 7% de inflación que estimaron las consultoras privadas.

Si es necesario más datos para dar cuenta que las compras con tarjeta “se desinflan”, según los últimos datos suministrados por el Banco Central el crecimiento interanual, llegó al 81,8%, muy por debajo del 100% que, como mínimo, se espera que marquen los datos de inflación que dará a conocer el viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). 

¿Qué está pasando para se reduzca que el ‘comprar en cuotas’ para que el gasto lo licue la inflación? Las respuestas son varios, desde el aumento de tasas de los pagos, hasta el aumento de los precios de los productos y bienes que no se compran con tarjeta, hasta el incremento de la tasa de descubierto. 

Julián Cuenca, de la consultora “Economía y Sociedad”, apuntó a que “antes los gastos de tarjeta podían ser el 50% del ingreso de una familia, y con el otro 50% se hacían los gastos diarios”. 

“El problemas es que esos gastos del ‘día a día’ , como la alimentación, el transporte, o los servicios, aumentaron rápidamente, y ‘se comieron’ ese 50% que quedaba libre, por lo que hay que pensarlo dos veces antes de comprar en cuotas”, dijo Cuenca a Data Clave. 

Hasta febrero, último dato suministrado por el Indec, el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas" había aumentado 102,6% interanual, en línea con la inflación general, y Prensas de Vestir y calzado el 121%. 

Si se va específicamente a algunas frutas y verduras, que se han movido por factores estacionales y a raíz de los estragos que provocó la sequía en los últimos meses, la naranja fue, de los que mide el Indec, lo que más se incrementó con un 294%; la batata, 280%; la papa casi 260% y el zapallo anco, 208%, entre otros. 

Además “como el gobierno ha decidido una política de tasas positivas, ya no es tan barato comprar en cuotas, porque también se incrementaron los intereses”, dijo el analista de Economía y Sociedad. 

El especialista en temas de Consumo, Guillermo Olivetto, habla de un “efecto Cenicienta”, en donde los consumidores “se despertaron de golpe a la realidad”. 

“Luego de la salida de la pandemia hubo un ‘boom’ de consumo en cuotas, desde recitales de Coldplay, a adquisición de televisores para ver el mundial”, dijo Olivetto en declaraciones al canal A24. 

Sin embargo “la inflación del 100%, el estancamiento económico y la falta de perspectivas, hace que se ‘achate’ el consumo, y dentro de ello, el de las cuotas”. 

Cuenca aporta una mirada adicional: “En un país de 46 millones de habitantes, conque el 10% (4,5 millones) salga a comprar, llena lo bares y las playas en enero. Pero en febrero, hay precios de remate. El consumo no se extiende a la clase media, y mucho menos a la media-baja”. 

A finales del año pasado, el 60% de la población ocupada ganaba menos de $90.000. y los que cobraban más de $ 140.000 entraban en el 20% “más rico”, informó el Indec. 

A pesar del crecimiento económico del 5,1%, con una inflación de casi el 100%, no mejoró la distribución del ingreso, ni el consumo.