La restricción a la importación de fertilizantes podría generar pérdidas tanto en la producción del trigo y maíz, y por ende,  sus exportaciones, por hasta US$ 4.576 millones, advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). 

"Ante un potencial problema de falta de dólares y restricciones a las importaciones de fertilizantes podría darse un panorama complicado que generaría menos producción y caída en las exportaciones del agro", advirtió en un análisis de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR. 

El informe dio cuenta que "las importaciones de fertilizantes están muy lejos de ser un factor de presión para la balanza de pagos argentina" y que, por el contrario, "genera mayores rindes y producción y, por ende, mayores exportaciones, nivel de actividad y recaudación impositiva". 

La producción local es insuficiente para satisfacer la demanda creciente de fertilizantes, principalmente, la  y se requiere cada vez más importaciones de ese insumo para la producción agrícola.   

Cerca del 67% del total de fertilizantes aplicados en el período 2016-2020 en el país fue de origen importado, una proporción que era del 55% en el anterior quinquenio 2011-2015, según datos que manejan las entidades agropecuarias. 

Desde la Bolsa apuntaron a que las necesidades de fertilización de los suelos argentinos “son cada vez mayores, tanto sea para reposición de nutrientes para mantener los niveles de productividad, como para incrementar la producción y profundizar la aplicación de tecnología en los diversos cultivos". 

El documento que "si no se reanuda la importación de fertilizantes en las próximas semanas, comienza a correrse riesgos para su aplicación en los cultivos argentinos".  

En ese sentido, los investigadores de la BCR simularon dos escenarios, con una "moderada falta de fertilizantes" y con una "situación crítica". 

En el primer caso, se generarían caídas del 21,4% en los rindes de trigo y del 13,4% en los de maíz, con una pérdida conjunta de producción y exportaciones estimada en US$ 3.388 millones. En el escenario crítico, habría bajas del 26% en los rindes de trigo y del 19,4% en los de maíz, con una pérdida global que ascendería a US$ 4.576 millones.

"Otro tema que no debe soslayarse es la inestable situación política internacional y el conflicto Rusia-Ucrania, que puede llegar a generar profundos cambios en el mercado mundial de fertilizantes, con impactos negativos sobre las importaciones argentinas y el aprovisionamiento en los próximos meses", añadió la Bolsa rosarina.