La reunión que este martes mantuvieron en Brasilia los presidentes Alberto Fernández y Lula da Silva dejó “tareas” para los equipos técnicos del ministerio de Economía y es la de definir el esquema de garantías que pondrá Argentina para solventar los créditos que entreguen las empresas brasileñas a sus pares locales para mantener el comercio bilateral.

“Buscamos establecer un SIRA (sistema de importación) propio para el comercio con Brasil en reales y alentar un mayor nivel de exportaciones de nuestro país para equilibrar la balanza comercial”, explicó una fuente oficial a Data Clave.

Para lograr estos dos objetivos se trabajará en lo que queda de esta semana y la próxima en un sistema de garantía que el gobierno argentino brinde a las empresas brasileñas que financien con créditos la compra de sus productos por parte de empresas locales.

Por un lado, al igual que en el acuerdo de utilizar yuanes en el comercio con China, el gobierno de Fernández busca quitar presión sobre las alicaídas reservas del Banco Central, están a punto de perforar los US$35.000 millones, y por el otro lado mantener la llegada de insumos que dinamice la producción local.

Además, se buscará intensificar las ventas a Brasil para tratar de equilibrar el histórico déficit comercial que mantiene Argentina en el comercio bilateral y que el martes logró su punto más alto desde 2018.

La idea es que cada grupo trabaje por separado, y la semana que viene haya un encuentro, no se sabe si presencial o a través de manera virtual, entre el ministro de Economía, Sergio Massa, su par brasileño Fernando Haddad, el secretario ejecutivo de Hacienda y exbanquero Gabriel Galípolo, y el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, un férreo defensor de las políticas de orden fiscal y macroeconómicas, con las propuestas de garantías que requiere el proyecto, informaron las fuentes.

En un informe, la consultora ABECEB -fundada por Dante Sica, ex ministro de Producción nacional durante la gestión de Cambiemos- planteó que “no se esperan cambios sustanciales en la relación con Brasil a partir de la asunción presidencial de Lula Da Silva en enero último, aunque su buena predisposición podría dar cierto impulso al comercio bilateral”. 

Entre los principales obstáculos para mejorar esa relación comercial, ABECEB mencionó al mayor tamaño relativo de las empresas brasileñas, los problemas de infraestructura de ambos países y la ausencia de fomento de nichos más competitivos o con mayor necesidad de inversión, entre otros.

De acuerdo con los datos del INDEC, en 2022 , Argentina importó desde Brasil automóviles, por US$ 780 millones; siguen los aglomerados de hierro, con US$ 354 millones;  fuel oil, US$ 320 millones y los tractores US$ 149 millones.

En cuanto a las exportaciones se destacaron vehículos para transporte de mercancías, por US$1.115 millones; trigo y morcajo (N. de la R.: mezcla de trigo y centeno), por US$ 972 millones; autos, y otros vehículos, US$ 1.100 millones, y otras manufacturas de plástico y caucho (US$ 243 millones.

Con esta zona se registró un déficit de 3.472 millones de dólares. Se trató del tercero en importancia después de China y USMCA. Las exportaciones sumaron 15.793 millones de dólares; aumentaron 1.190 millones de dólares respecto de igual período de 2021. Las importaciones fueron de 19.264 millones de dólares, con un incremento de 3.335 millones de dólares. El comercio con el Mercosur concentró 17,9% de las exportaciones argentinas totales y 23,6% de las importaciones.