Víctor Beker es conocido por muchos estudiantes universitarios desde hace décadas por ser el autor, junto a Francisco Mochón, del libro de consulta obligatorio: "Economía: principios y aplicaciones". Pero también es un apasionado de la historia económica argentina y su desarrollo.

Director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, Beker destacó a Data Clave que "así como la economía argentina fue en algún momento complementaria de la británica, y luego lo fue de la norteamericana, ahora le toca serlo de la de China". Y a su vez, llamó a no perder esta oportunidad.

Data Clave: ¿China se va a transformar en el principal socio comercial de Argentina?

Víctor Beker: No por ahora, no por ahora… Esta cabeza a cabeza con Brasil, pero nuestro vecino tiene un poquito más de importaciones y exportaciones.

DC: ¿Y puede transformarse en el principal inversor al país?

VB: Seguramente, en este momento en que no tenemos inversión extranjera, lo que pueda aportar China va a pesar mucho, y la puede colocar en primer lugar. Evidentemente, más allá de la distancia geográfica que nos separa, hoy en día con los medios de transporte, hacen que esa dificultad tenga mucha relevancia. China y Argentina son economías complementarias donde nuestro país aporta soja y sus derivados, uno de los insumos críticos para las necesidades de China, y ellos a su vez son proveedores de productos electrónicos y maquinarias.

DC: ¿Qué ve hoy de positivo en China?

VB: China es el principal país que ha salido del problema del coronavirus, así que ha retomado su nivel de actividad, con tasas de crecimiento, y esto es una buena noticia para Argentina, ya que es un mercado dispuesto a absorber nuestros productos, no solo la soja, sino también carne de cerdo y de pescado.

DC: ¿No es una relación ‘norte-sur’ o ‘centro-periferia’ la que se plantea, como crítica, con China?

VB: No sé si es norte-sur. O sur-sur, dependen como la ubiquemos económicamente en el mapa a China (risas). Lo cierto es que es la primera potencia mundial en términos económicos y Argentina siempre ha tenido socios importantes a la vera de los que ha crecido. El Siglo XIX ese rol lo desempeñó Gran Bretaña, luego, en alguna medida, lo cumplió Estados Unidos, y ahora con el retroceso de ciertas economías, es natural que Argentina lleve adelante su relación comercial y económica más importante con aquel país que está creciendo y está pasando a ser la principal potencia económica del mundo que es China.

DC: ¿Y los resquemores al tipo de inversión que ha generado China en diversas partes del mundo, como en el caso de África?

VB: En las relaciones entre los países hay intereses. Acá China va a tratar de desarrollar aquellos negocios que les interesan a ellos, y está en el Gobierno y los empresarios argentinos desarrollar aquellos sectores que nuestro país considere estratégicos. Me parece que ese tipo de crítica es el mismo que se hacía antes, con las ‘Relaciones Carnales’ con los Estados Unidos (N.R en los 90’ durante el Gobierno de Carlos Menem) o el que se hizo en su momento en los vínculos que Argentina mantuvo con Gran Bretaña. Acá el problema fundamental es hacia dónde quiere orientarse la economía argentina y en qué medida aprovecha el proceso de globalización para buscar socios que le permitan el desarrollo económico.

DC: ¿Y cuál sería un ejemplo de esa integración que le permita un desarrollo a Argentina?

VB: La posibilidad de que Argentina adquiera un tren en China, que le permita renovar la flota ferroviaria, no es nada despreciable. En todo caso habrá que tener en cuenta las condiciones en que vienen esos trenes. Acá hubo problemas porque vinieron esas unidades, pero no venían los manuales sobre cómo manejarlos, pero bueno…eso no es un problema no de China, sino de quienes hicieron los contratos, de la instrumentación. En todo caso, hay que poner por delante los intereses de nuestro país. No hay duda que China hace eso.

DC: ¿Y este avance en la integración comercial con China en qué lugar pone a la de Argentina con Brasil?

VB: Por su peso en la economía mundial y su condición de país limítrofe hace que Brasil sea naturalmente un socio comercial de envergadura. Esa relación se mantiene. Allí, Argentina tiene una plaza importante para la colocación de sus productos, y de donde también adquiere muchos bienes. Si Brasil va a ser el primero o el segundo socio comercial me parece algo más bien anecdótico. De todas maneras, lo que está claro que Brasil y China serán los dos socios comerciales más importantes de Argentina. Acá hay que poner en primer lugar el interés nacional y dejar de lado los prejuicios que siempre hemos tenido los argentinos cada vez que se relaciona una relación comercial con otro país. Así como la economía argentina fue en algún momento complementaria de la economía británica, luego lo fue de la norteamericana, y ahora le toca serlo de la de China.