Una realidad demoledora recorre los pasillos de la calle Azopardo en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT): la mayoría de las negociaciones salariales quedarían por debajo de la inflación en 2022 y la divergencia de ingresos entre las paritarias acordadas por los gremios es la peor en 30 años. 

Si bien el dato era esperado por todos los líderes gremiales del país y que afecta a los más de 6 millones de trabajadores afiliados a algún gremio, la esperanza de muchos representantes y delegados de base era que la flamante ministra de Trabajo Kelly Olmos se adelantara a los hechos por venir y anunciara un aumento general de suma fija para todos los convenios colectivos de trabajo. Pero no ocurrió.

Y es que las cifras enojan, ya no solo a los delegados de base, sino también a las cúpulas sindicales, porque fueron las empresas ganadoras de la pandemia durante el 2020 las que pagan los peores salarios. Los implacables números que marcan los economistas del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) muestran la caída de los salarios básicos de convenio por rama de actividad a diciembre de 2022. 

Así, de acuerdo al Índice de Salario Básico Real (ISBR-CESO), el gremio que más abajo quedaría con el salario básico respecto de la inflación sería Sanidad, que frente a la inflación de este año perdería un -17,3%. El dato no es menor: el secretario general del sindicato de la Sanidad, Héctor Daer, es uno de los aliados más importantes que tiene Alberto Fernandez en la CGT. Pese a eso, Daer anunció hace menos de un mes que convocarán a un paro si no se reabren las negociaciones salariales. 

Pero no es solo Sanidad. Sectores a los que el gobierno culpa del aumento de los precios por su margen de ganancia elevado y concentracion, pagarán este año todos salarios a la baja. Es el caso de Alimentación (-14%), Metalúrgicos (-10%) y el gremio de Camioneros (-8,7%), aunque el caso de la organización moyanista es distinto, porque el acuerdo paritario les permitió mantener el poder adquisitivo en términos reales hasta el mes de junio, pero luego perdió todos los meses respecto de la inflación, a pesar del bono de $100.000 para fin de 2022. También perdieron los Docentes (-6,3%), Bancarios (-5,4%) y Construcción (-4,3%). Todos gremios donde sus secretarios generales son diputados, integraron listas o son referentes del Frente de Todos. 

Pero lo que más molesta en los pasillos de la CGT es que los que lograron mejores condiciones salariales frente a la inflación durante 2022 son los trabajadores que están conducidos por sindicatos históricamente enemigos del kirchnerismo, como los del Transporte de corta y media distancia (que terminarán este año con una mejora del +8,3%), los empleados de Comercio que conduce Armando Cavallieri (+3,7%) y los Hoteleros y Gastronómicos (+1,8%) que, a pesar de la disputa que tiene en la Ciudad de Buenos Aires, sigue conduciendo Luis Barrionuevo

La buena relacion de Barrionuevo con el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro no es nueva: este año fue a visitar una sede del gremio en Mar del Plata. En Comercio dicen que Cavallieri tambien tiene su canal de comunicacion “no formal”. “Habla con todos”, afirman en Comercio; “pero no se saca fotos”, señaló a Data Clave una fuente del gremio.

“Aunque  Kelly Olmos y los gordos digan en público que la propuesta de Cristina Kirchner de que el Gobierno otorgue una suma fija para compensar la inflación y que son las paritarias la mejor forma para mejorar los salarios, en privado todos saben que los trabajadores en cinco años perdieron de mínima un 27% de su sueldo, por lo que la lógica seria una suma fija”, afirma la fuente. “Lo que pasa es que nadie de los Gordos le quiere dar la razón a CFK, aunque las bases le piden a gritos a los delegados que busquen una suma fija. Porque viste que esto es como dice Perón: a veces el bruto es peor que un malo, porque hay malos que se han vuelto buenos, pero no hay brutos que se haya vuelto inteligentes".