Desde el viernes, el mercado sabia que el canje era en hecho. Y asi como nadie se sorprendió cuando las acciones que cotizan en dólares en Nueva York del Banco Macro y Supervielle subieron más de un 3%, tampoco hubo sobresaltos en el mercado cuando este lunes por la tarde el Ministerio de Economía anunció el lanzamiento de un nuevo canje de deuda para los vencimientos de marzo, abril, mayo y junio, que se postergaron para 2024 y 2025. 

Tampoco a nadie le llamo la atención que el FMI no objetara el canje. Después de todo, el cambio de perfil de la deuda que toma la Argentina (es de decir, pasar de la deuda en dólares que tomaba Cambiemos, a deuda en pesos que ahora toma el Frente de Todos) es uno de los pedidos de los técnicos del Fondo Monetario. Acaso por eso el canje de deuda por unos $7 billones que busca “ordenar la curva” de vencimientos a corto plazo antes de las Primarias de agosto, era algo que esperaba todo el mercado. 

En el mercado creen que es difícil que en un primer tramo se alcance a cambiar los 7000 millones de pesos por nuevos papeles con vencimiento en 2025. De hecho, los operadores piensan que el canje superara por poco los 3,2 billones de pesos, porque quienes podrán aceptar los nuevos instrumentos que vencen en 2025 solo serán los bancos y la Anses, pero no los Fondos Comunes de Inversión o las aseguradoras, que por las características de sus carteras no invierten a más de 120 días. Ambos ya fueron avisados que habrá un segundo canje con otros instrumentos para ir corriendo los vencimientos también para agosto de este año. 

Los mas de 3 billones de pesos que Massa podrá canjear no es un número caprichoso, ya que se debe a que el 50% de los 7 billones está en manos del Banco Nación, el Provincia y la Anses. Pero pese a que se podría esperar que sólo con el sector público se supere el 50%, en los hechos eso está lejos de ocurrir porque en el segundo trimestre los bancos públicos tienen otros vencimientos y podrían esperar los bonos que se le ofrecerán a los FCI y aseguradoras.

DIcen que Vladimir Lenin solía repetir que las finanzas son “política concentrada”. Un siglo después de las palabras del líder soviético, Sergio Massa pareció darle la razón en conferencia de prensa frente a banqueros locales. Y es que el ministro de Economía convirtió un hecho financiero en uno político, ya que le habló directamente a la oposición, que durante semanas vaticinó una "bomba" de deuda en pesos que el oficialismo le dejaría a un posible gobierno de JXC. 

Massa, quien parece cada vez probarse con más seguridad el traje de candidato presidencial que en todos lados niega que quiera usar, consideró que este acuerdo "desactiva esa idea de que cada dos o tres meses está algo por explotar", y aseguró que "le da una curva de vencimiento 2024, 2025, mucho más ordenada, asociada además al programa de orden fiscal". Un orden financiero que el ministro -y acaso todo el peronismo- necesita tanto como la baja de la inflación para llegar con chances de ganar las elecciones presidenciales de octubre.