A partir de las cero horas de este miércoles, los combustibles vuelven a aumentar en todo el país. El incremento alcanza a un 9% en promedio y es el primero que se registra desde mayo desde 2021. Si bien fue dispuesto por YPF, también será aplicado por el resto de las compañías petroleras. La suba incluye un incremento de dos puntos porcentuales más en los productos premium.

En marzo pasado, YPF anticipó que durante el año aplicaría un ajuste escalonado de 15% a lo largo de tres meses para financiar inversiones. El primer incremento de 7% promedio se aplicó el 16 de marzo y luego hubo un segundo aumento de 6% en abril. Los aumentos fueron más altos en CABA y menores en el resto de las provincias.

En un comunicado, YPF destacó que desde el último aumento en mayo del año pasado hubo una devaluación del 11,35%, una inflación de 29,18% en enero de este año versus mayo de 2021. Asimismo, informó que el precio del etanol se incrementó un 16,07%, mientras que el precio del biodiesel subió un 46,61% y el del Brent en dólares saltó un 31 por ciento.

En tanto, hizo hincapié en la fuerte recuperación de la demanda de combustibles, que en diciembre registró un alza del 10% contra diciembre de 2019 en gasoil y un 8% en naftas. En ese sentido, detalló que el mercado de naftas del último mes de 2021 fue el más alto de la historia. Y añadió que el consumo en estaciones de provincias limítrofes, en particular Misiones, se incrementó en varias estaciones de servicio en hasta dos veces el consumo histórico.

Según YPF, tras este ajuste, seguirá “monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo en consideración las particularidades del contexto macroeconómico”.  La firma aseguró que durante 2021 “incrementó significativamente las inversiones en línea con su plan anunciado a comienzos de año por un valor de 2.700 millones de dólares, representando un incremento de más del 70% respecto a las inversiones de 2020″. 

El Gobierno había postergado hasta marzo la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Ambos tributos, que tienen un impacto directo en los precios finales de las naftas y el gasoil en los surtidores, debían aplicarse a partir de 1 de diciembre.

Luego de esta decisión, desde la cámara que agrupa a las estaciones de servicio mostraron su preocupación por el impacto que puede tener la medida en el sector y alertaron por el creciente desabastecimiento en estaciones del interior del país. Según un informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), la situación de las estaciones de servicio es compleja: más de la mitad (52,3%) no lograr vender volúmenes de combustible suficientes como para alcanzar el punto de equilibrio y están operando a pérdida.

De acuerdo a un relevamiento realizado por Cecha, con datos de la Secretaría de Energía, una estación de servicio necesita vender 315.000 metros cúbicos de combustible al mes para poder superar los costos operativos y alcanzar el punto de equilibrio, una barrera que no alcanzan hoy el 52,3% de las estaciones.