Cuando Silvina Batakis arribó a Washington tal vez no tuvo tiempo, o si, de enterarse que el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone, condicionaba los desembolsos de ese organismo, a que Argentina cumpla lo acordado en marzo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El BID está deseando que Argentina cumpla los compromisos con el FMI para mejorar las condiciones macroeconómicas. Los compromisos, mucho más modestos que los exigidos a otros países, son clave para promover el crecimiento sostenible y garantizar que el BID pueda ofrecer a Argentina nueva financiación”, advirtió Claver Carone en una columna de opinión publicada hoy en el diario The Wall Street Journal.

Según el titular del BID, “no puede dar el visto bueno” a nuevos fondos para el país por distintos factores entre los que incluye la falta de transparencia e integridad financieras.

“Corresponde a las instituciones multilaterales adoptar las normas más estrictas de integridad y transparencia financiera y ayudar a sus países miembros a hacerlo también”, dijo Claver-Carone.

La nota original señala Claver-Carone, “menciona varias cuestiones relacionadas con uno de esos países, Argentina, que pide al Banco Interamericano de Desarrollo que apruebe un nuevo préstamo incondicional de US$ 500 millones”.

A diferencia del FMI, cuyo mandato incluye resolver los problemas de liquidez de los países en crisis, “la función principal del BID es promover el impacto del desarrollo a través de préstamos para proyectos específicos y asistencia técnica”, dijo y recordó que la entidad ya ha desembolsado más de US$ 2.500 millones desde finales de 2020 para mejorar la atención sanitaria, el acceso al agua potable y la infraestructura vial de Argentina, así como para apoyar a las poblaciones vulnerables.

“El éxito de Argentina es el éxito del BID, pero el tumultuoso historial financiero de Argentina afecta singularmente a los costos del banco. El BID debe proteger su capacidad de ayudar de forma fiable a todos sus 26 prestatarios, incluidos los países pequeños con pocos recursos”, agregó.

“Por mucho que el BID quiera aprobar nuevos fondos para Argentina, no puede dar el visto bueno a las solicitudes para hacerlo sin asegurarse prudentemente de que tiene un impacto en el desarrollo”, concluyó Claver-Carone.