Las primeras medidas anunciadas por el gobierno de Javier Milei impactaron en el mundo agropecuario de dos formas. Por un lado, hubo una devaluación enorme, pero al mismo tiempo se incrementaron las retenciones a todas las exportaciones, algo que no se esperaba.

El candidato de ultraderecha tuvo un fenomenal apoyo en los partidos del interior de la provincia de Buenos Aires, donde en algunos distritos llegó a obtener el 70% de los votos en la segunda vuelta contra Sergio Massa.

La devaluación del 118% del tipo de cambio oficial impulsó esta semana un alza en el precio de la hacienda y de los granos, subas que son bien recibidas por los productores agropecuarios, aunque no se desconoce que la suba en los precios puede generar también una caída en el mercado interno: no todo lo que produce el campo se exporta.

Al mismo tiempo, la devaluación generó una suba en el precio de los combustibles. El gasoil es un insumo clave a la hora de hacer las cuentas en la actividad agrícola. En especial en estas semanas cuando aún se está cosechando el trigo y la cebada en los distritos del sur de la provincia de Buenos Aires.

La suba del tipo de cambio y el aumento del impuesto PAIS para las importaciones también impacta a la hora de la compra de insumos importados como los fertilizantes, o repuestos y maquinarias agrícolas.

"No hubo sorpresas ni excentricidades: se trata de la clásica receta del Fondo Monetario Internacional, que consiste básicamente en devaluar la moneda y hacer una una corrección fiscal", sostuvo el economista Santiago Giraud, técnico del área de Economía de CREA, la asociación que reúne a productores agropecuarios.

"El componente más libertario no apareció y fue reemplazado por el pragmatismo al desdecirse de muchas o algunas de las promesas de campaña realizadas por Milei: puntualmente, la de no subir impuestos, la reforma de Ganancias o eliminar las retenciones que afectan al sector agroindustrial con las que se dio marcha atrás", añadió.

El economista sostuvo que el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM), que refleja la competitividad de los sectores exportadores, se encuentra en el nivel más elevado desde 2002, lo que se instrumentó con el propósito de promover una rápida recuperación de la capacidad generadora de divisas por medio del comercio exterior.

Este jueves la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias mantuvo la primera reunión formal con el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, quien les ratificó la intención del gobierno de subir a un 15% las retenciones a las exportaciones en general, mientras que queda en un 33% para la soja. 

Tras el encuentro quedaron en volver a conversar, pero pese a la suba de las retenciones se valoró la devaluación, aunque se dijo que es necesario armar mesas de trabajo para atender a sectores particulares.

En esa línea, Andrea Passerini, quien explota un tambo en el oeste bonaerense y referente del sector en CRA, dijo: “Tienen que entender que la vaca come dólares y produce pesos. Acá van a ir a ordeñar vacas el que pueda sobrevivir, que va a ser una elite del sector. Por supuesto que aplicar derechos de exportación al 15% empeora profundamente la situación de los tambos, porque acá el eslabón que ajusta realmente es el que ordeña y tiene que entregar la leche todos los días”.

En declaraciones al sitio Bichos de Campo agregó que “el número del tambo lo hacíamos una vez por semana, y ahora es a cada rato. Nos subió el gasoil y otros insumos dolarizados, como los granos necesarios para hacer forraje”.