"No se trata de refundar el país, ni empezar todo de nuevo. Sino de lograr construir con reglas claras, sobre la base de lo que ya somos y ya tenemos", afirmó presidente del Coloquio de IDEA, Roberto Alexander

“Yo soy hijo de inmigrantes que llegaron a un país que los adoptó. Quiero como padre que mis hijos y mis nietos sientan nuevamente que tenemos un proyecto, y que este es el lugar donde quieran desarrollarse. Que si un joven se va al exterior, sea para tener una experiencia y volver, no porque no tiene confianza en nuestras capacidades. No quiero una Argentina cancelada”, continuó el empresario que además preside IBM. 

Alexander arrancó y enumeró los temas a tratar en el evento: la innovación, la educación, la integración social, la competitividad, la calidad institucional y una justicia independiente. "Hay un país que queremos ser. Y está éste, el que somos", dijo el ejecutivo, quien señaló que la pandemia fue "un gran catalizador del cambio", dijo.

"En nuestra sociedad, una pandemia generó cambios totalmente impensados que no volverán atrás. El mundo hoy está tan interconectado, que un virus hace que las economías del planeta tambaleen", indicó.

Dijo que los empresarios pretenden "un país con empresas que innoven, que creen riqueza de una forma sustentable, que den trabajo, que nutran socialmente", y agregó: "Que si un joven se va al exterior, sea para tener una experiencia y volver, no porque no tiene confianza en nuestras capacidades". 

Habló de "la desconfianza hacia los empresarios" y pidió "leer el escenario internacional de forma más aguda, para encontrar nuevas respuestas". Además, advirtió que "el país que queremos ser resulta impensable cuando casi la mitad de los argentinos está en la pobreza". En ese marco, pidió "trabajar de manera consensuada" entre el Estado, el sector privado, los sindicatos y el tercer sector.

"El país que queremos ser es una Argentina donde todos seamos uno", dijo el presidente de IBM, quien reclamó "coordinación para generar otras acciones que ya no sean de coyuntura, sino para resolver situaciones estructurales". Por último, y pese a describirse como un optimista, Alexander advirtió que "se puede estar peor".