El ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió hoy el aumento de ganancias denominado “renta inesperada” ante la Asociación de Empresaria Argentina (AEA) y dijo que no hay progreso “si no es compartido”.

Guzmán, quien concurrió al hotel Sheraton de la zona de Retiro, para dar su discurso ante los empresarios, apuntó a que “la renta inesperada no es un nuevo impuesto; es una sobre-alícuota en un año de guerra que ha generado un gran problema distributivo en todo el mundo”.

“El Estado tiene una responsabilidad en la construcción de reglas de juego para una sociedad que progrese; y no hay progreso si el crecimiento no es compartido”, dijo Guzmán, luego de que los empresarios hubieran manifestado su rechazo a este proyecto de ley.

Guzmán apuntó a que desde el Gobierno “consideramos que es muy importante para una Argentina que vaya en la senda de un crecimiento compartido, un crecimiento con equidad, que no desaliente la inversión sino que busque administrar la renta inesperada de la guerra”.

Y les dejó en claro a los empresarios que el sector público “ha tenido un rol fundamental para evitar que el sector privado experimentase una situación de colapso duradero por lo que pasó en la pandemia”.

Incluso apuntó a que la presión tributaria promedio “es más baja en la Argentina que el promedio de la OCDE” aunque reconoció que “el problema es la informalidad” y como este “es alto, el promedio no es tan representativo”.

Luego de hablar del “crecimiento” de la economía, junto con el trabajo, Guzmán se hizo un lugar para hablar de la interna del gobierno al asegurar que “estamos buscando acabar con un sistema de subsidios energéticos que tiene un sesgo pro-rico”. 

“Es fundamental el compromiso de todos los funcionarios públicos para que la Argentina pueda avanzar en un paso que constituye un cambio estructural en la política de subsidios que va a fortalecer al Estado y a las condiciones de equidad en el país”, dijo el ministro.

Adelantó que ya están trabajando en el Presupuesto 2023 que se presentará el 15 de septiembre “y que está alineado con los objetivos y los preceptos del programa macroeconómico que se adoptó en el mes de marzo”, y que fuera rechazado en el Congreso.