El gobierno reconoció este miércoles que la situación en el sector agropecuario es “crítica” debido a la extensa sequía que afecta el campo, al tiempo que los exportadores revisan sus proyecciones de exportaciones para fin de este año y comienzo del 2023.

El secretario de Agricultura y Ganadería, Juan José Bahillo, aseguró que se vive "una situación particularmente tensa y critica" por la sequía, y estimó que la producción de trigo rondará los 16 millones de toneladas, volumen que a la fecha permitirá "dar respuesta a la demanda del sector externo y doméstico".

"Estamos en el tercer año consecutivo en cuanto a la restricción de humedad y anomalías en el régimen de lluvias, lo cual impacta en el estado de los cultivos y proyección de los mismos", dijo Bahillo tras la presentación de un informe sobre la Perspectivas Meteorológicas 2022/23 realizado por la técnicos de su cartera y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

De esta manera, Bahillo reconoció lo que hace una semana adelantaron la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que recortó su previsión de cosecha de 16,5 a 15 millones de toneladas, y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) que la redujo de 16,5 a 15,2 millones de toneladas.

Según los cálculos de la entidad bursátil rosarina, el recorte alcanza los 8 millones de toneladas respecto a la campaña anterior, lo que significará una merma del 34,8% en la producción.

Bahillo prometió ayuda a los productores y advirtió que “la perspectiva es que el próximo trimestre siga en condiciones similares y recién se puede recuperar a partir de el primer trimestre del año próximo tendiendo hacia una normalidad en el segundo trimestre" del 2023.

Antes de que se diera a conocer este nuevo recorte en la producción y el pronóstico de lluvia, se calculaba que las exportaciones agrícolas rondarían el año próximo los US$ 40.900 millones, 9% menos que este año, y una recaudación por US$ 17.515 millones, un 9,1% menos que la campaña 2021/22.

El tema es más sensible en el caso del trigo que comienza a recolectarse a fines de noviembre, primeros días de diciembre, y cuyo precio incide directamente en el costo del pan, y todos los productos derivados de su harina.

Desde fines de septiembre, la Secretaría de Comercio trabaja en cambios para el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), por el cual se subsidia la bolsa de harina mayorista para estabilizar el precio del pan.