A mediados de enero, el ministro de Economía, Sergio Massa, lanzó de manera discreta, la propuesta que este año los salarios deberían aumentar 60% en línea con la inflación prevista por el Presupuesto.

En sintonía con el Gobierno, los otrora combativos gremios docentes nacionales acordaron de rápidamente una suba del 33,5 % para el primer semestre, con revisiones previstas en mayo y julio. Ese aumento llegará a los bolsillos de los maestros en tres tramos: 17,5% en el ya cercano mes de marzo, luego 8% en mayo y otro 8 % en julio.

Claro que las paritarias son algo más que los salarios. La semana pasada “La Bancaria” llamó a un paro, no por el posible aumento de sueldos, sino para que los bancos “les compensen” con un bono lo que los trabajadores tienen que pagar por el Impuesto a las Ganancias.

La Bancaria obtuvo una mejora salarial del 94,1% en la paritaria 2022, que se colocó apenas por debajo del 94,8 % de la inflación que informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El titular del sindicato, Sergio Palazzo, dijo: "Hemos instalado como temas de paritarias, antes de discutir el porcentaje, que haya algún tipo de compensación por parte de las empresas del impuesto a las ganancias que están pagando los trabajadores".

"A partir de enero, teníamos que tener nuestra paritaria resuelta para todo el año, empezamos a charlar y a hacer algunos avances desde diciembre. Pero después de dos meses no ha habido posibilidad de avanzar", explicó Palazzo al canal de noticias C5N, relativizando la pauta del 60%.

La ministra de Trabajo de la Nación, Raquel “Kelly” Olmos, explicó que una suba de salarios de hasta el 60% "sería converger hacia el nivel pautado de inflación, más algún.

Sin embargo, dejó en claro que “es una política que propiciamos. Del mismo modo que el año pasado el Gobierno frente a la explosión inflacionaria que se dio hacia mitad de año impulsó la reapertura y revisión de las negociaciones paritarias para evitar que hubiera una perdida significativa de la capacidad adquisitiva por parte de los salarios".

La economista Marina dal Poggetto explicó que en períodos de alta inflación como el que vivimos “todos los contratos tienen a acortarse”, y en ese marco “el gobierno pone un número, digamos 60%, pero después vemos”.

La titular de la consultora EcoGo apuntó a que “los sindicatos saldrán a defender el ingreso de sus representados, entre otras cosas, por miedo a perder ante los gremios de izquierda, como paso en el caso de neumáticos”.

Dal Poggetto, en declaraciones a Radio Mitre, explicó que “el problema es que cada vez hay menos trabajadores formales, unos seis millones sobre un total de 19 millones” y advirtió sobre la pérdida del poder adquisitivo.