Luego de las críticas que recibió el Presupuesto por la previsión de una inflación del 33% anual para 2022, el Gobierno llevó esa estimación al 40% que esperan alcanzar con la implementación de acuerdos de precios. En tanto, estimaron una mejora del 4,5% del PIB impulsado por proyectos de leyes económicas “claves”.

Ayer, fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo proyectaron una desaceleración del nivel de inflación "en torno al 40% o levemente por debajo" para el 2022. Ese guarismo está por encima del proyecto de Presupuesto que diseñó el Ministerio de Economía y por debajo de los que esperan las consultoras.

Hace unas semanas, el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, defendió en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Presupuesto 2022 que contemplaba un crecimiento del 4%, una inflación del 33%, un dólar a diciembre del próximo año a $131,10, un déficit fiscal de 3,5%, un incremento real del gasto social y una reducción de los subsidios energéticos.

"Trabajamos para reducir la inflación. Un objetivo sería el 40% y, si es un poco menos, mejor. Somos conscientes de que no es un buen número pero es mejor que el 50% con el que se cierra este año", dijeron las mismas fuentes durante un contacto con la prensa.

En ese contexto, los acuerdos de precios para propiciar un proceso de desinflación serán "herramientas de apoyo para ayudar a un proceso de desinflación y en un marco de descalabro de costos para frenar una inercia sin fundamentos"

"En 2022 van a sumarse a una política cambiaria con ordenamiento monetario y fiscal y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)", dijeron las fuentes respecto a los acuerdos de precios.

Uno de los ejes centrales de la política económica del Gobierno también será garantizar el abastecimiento de dólares para el sector productivo, de modo de no frenar el crecimiento que este año rondará el 10% del PBI.

La reactivación de la economía que tuvieron el comercio, la industria y la construcción en 2021 se podría ver afectada si se registra una demora en la importación de bienes intermedios o de capital que precisan esos rubros para mantener su recuperación, por lo cual será clave garantizar los dólares.

"Nuestra apuesta es equilibrar la macroeconomía. El país está en condiciones de generar los dólares, si hay un acuerdo con el FMI, que alcancen para crecer a un ritmo del 4,5%. Hoy tenemos una economía real que anda bárbaro a pesar de que la economía financiera muestra muchos problemas que van a llevar tiempo resolver", apuntaron las fuentes.

La presencia de una brecha en torno al 100% entre el dólar oficial y las cotizaciones bursátiles -dólar MEP y CCL- es uno de los principales escollos en materia financiera, algo que esperan que se reduzca sin apostar a una devaluación que "sólo provocaría más inflación" dadas las condiciones del mercado.

Respecto a las negociaciones en curso con el organismo multilateral y la posibilidad de llegar a un entendimiento, las fuentes señalaron que "en cualquier escenario entre firmar o no firmar, los costos son indiscutiblemente mayores si no se alcanza un acuerdo".

Para tener los dólares que respalden ese crecimiento uno de los factores centrales de la propuesta oficial es encarar el Plan Productivo 2030, anunciado por el presidente Alberto Fernández a principios de mes en un encuentro organizado por la Unión Industrial Argentina (UIA).

“Es necesario que toda la sociedad argentina, sin excepción, genere empleo pensando en un crecimiento que se haga sostenible en el tiempo. Estamos decididos a impulsar políticas productivas que permitan lograr un auténtico renacer de la Argentina. El desarrollo debe llegar a todos. No debe concentrarse en algunos”, sostuvo el Presidente en esa oportunidad en su discurso en la Conferencia Industrial.

Allí pidió al Congreso la aprobación de seis proyectos de Ley para promover la producción de hidrocarburos, al complejo Agrobioindustrial, el Compre Argentino, el Cannabis medicinal, la movilidad sustentable y la industria automotriz.

El objetivo del plan productivo -que ya está redactado y aprobado en un borrador- es trabajar con un esquema de incentivos a segmentos de producción y discutirlo con todos los sectores productivos y sindicatos en el marco del Consejo Económico y Social.

Otro de los motores del crecimiento será el fomento de créditos de inclusión financiera que, a través del Fondo de Garantías Argentino (Fogar), pretende alcanzar un volumen de $900.000 millones en préstamos a diversos sectores productivos, sobre todo de pequeñas y medianas empresas que hoy no acceden al crédito bancario.

"Queremos replicar de forma masiva las garantías del Fogar e ir reemplazando las Leliq y los Pases que los bancos tienen depositada su liquidez pueda ser cambiada por créditos al sector productivo, con una garantía de que están respaldados por un fondo que, ante falta de pago, responde en 20 días", detallaron desde la cartera de Desarrollo Productivo.