No es “la tormenta perfecta” pero se le parece. El nivel de actividad económica, que hasta junio mostraba índices de crecimiento del 6% acumulado, comienza a desacelerarse, al tiempo que la suba de precios no bajó del 6% en agosto y muchas dudas que perfore el “piso” del 5% en septiembre.

La situación de alta inflación y caída de la actividad es solo comparable con la del 2020, con una de las cuarentenas más extensas del mundo para combatir el Covid 19, que dejó una suba de precios del 36,1% anual, a pesar de una caída del 9,9 % en el PBI.

Claro que ahora no se habla de un desplome de la actividad económica como en aquel momento en que se paralizó el país. Esto se parece más a una lenta agonía. Solo basta salir a las calles porteñas -por tomar un ejemplo- y ver cómo ha menguado el servicio de colectivos, ante la falta de pago de los subsidios atrasado en los últimos 15 días.

El expresidente del Banco Nación, Carlos Melconian, aseguró que en este momento existe “una mezcla de conflictividad política, gente en la calle, alta inflación, presión cambiaria, y tensión social”.

Por todo esto, “el modelo económico (del Gobierno) está entrando en una sintomatología recesiva. El sector externo (importaciones y exportaciones) está trabado por lo que es pro-recesivo. La inflación de 90% en términos de poder adquisitivo, es pro-recesiva. Argentina es un país que sigue estando en términos de nivel (de PBI), en el del 2012. Con un año que crecés 2% pero al otro baja otro 2%”, dijo Melconian en declaraciones radiales.

Si se va a los números “duros” la consultora Orlando Ferreres dio cuenta que su Índice General de Actividad tuvo un freno en julio, al retroceder 0,3% respecto a junio.

Si bien el indicador arrojó que en el séptimo mes hubo un crecimiento del 5,9% interanual, “la actividad económica detuvo su crecimiento en los últimos meses, y muestra claras señales de estancamiento” por lo que el índice “se encuentra 1 % por debajo del nivel exhibido al cierre del año pasado”, precisó Ferreres.

Entre los pocos sectores que impulsaron el crecimiento en julio se destacaron la construcción, con una expansión para julio de 10,6%, y a las actividades extractivas, que subieron 10,2%

Para lo que resta del año, “no hay lugar para esperar una mejora de los indicadores” debido a que “el mismo proceso de ajuste restringirá al desarrollo de la actividad”, aseguró Ferreres.

De manera coincidente, desde la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) apuntaron que la actividad industrial de julio estuvo 2,9% por debajo de la de junio, aunque subió 1,9% interanual.

El crecimiento industrial “desacelera desde abril pasado, y en julio el ritmo de avance resultó inferior al de la tendencia de largo plazo”, destacó FIEL.

La consultora dio un paso más adelante al asegurar que FIEL concluyó advirtiendo que “en agosto, los faltantes de partes y piezas en la industria automotriz a causa de los problemas logísticos globales y el acceso a las divisas, han derivado en nuevas paradas en algunas de las terminales, mientras que el conflicto en el sector de neumáticos continúa prolongándose”, por lo que “para la actividad industrial en su conjunto se anticipa otra merma en la dinámica de la recuperación”.

Un “piso” del 5% de inflación

Economistas como Marina dal Poggetto y Enrique Szewach, estimaron que la inflación de agosto cerrará entre un 6 y 7% y el consenso es que se mantendrá por encima del 5% los meses venideros.

“Hasta la tercera semana nos daba (un acumulado) de 6,3% y creo que estaremos cerrando el mes en 6,9%”, dijo Dal Poggetto en declaraciones a Radio Mitre.

Apuntó que “la aceleración de la inflación, la dispersión de precios relativos y la brecha condenan a una aceleración cada vez más grande".

Por su parte Szewach estimó que la inflación “va a estar entre 6 y 7%”, y que “desde julio estamos en un régimen inflacionario diferente, derivado del descontrol monetario que se produjo a partir de la dificultad de colocar deuda”.

“Hemos subido escalones y ahora estamos en el escalón del 6 para arriba”, dijo el ex integrante del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri, al tiempo que anticipó que “es difícil que los próximos meses estemos lejos de ese número”.

En esa misma línea, el analista económico, Damián Di Pace, aseguró que “estamos en la era de los aumentos de servicios. Hasta ahora no era un problema para la gente porque las tarifas estaban muy baratas, los transportes eran baratos y el combustible sigue estando bajo”.

Sin embargo, a partir de septiembre “se viene una situación muy complicada porque se viene un aumento de la luz, el gas, el agua y hasta las obras sociales”, dijo Di Pace.