Luego de la abrupta sequía que hizo perder csi US$ 22.000 millones en exportaciones, y hacer retroceder 3 puntos el PBI, las nuevas estimaciones hablar de una “fase moderada” del Fenómeno del Niño, la cual no traería toda la lluvia necesaria para los cultivos.

En las últimas horas, la Bolsa de Comercio de Rosario difundió los datos recientes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) que revelan un cambio de intensidad en el Fenómeno del Niño.

Según el informe, “el Océano Pacífico no se termina de acoplar con la atmósfera y no se potencia la actividad de los vientos que son responsables del transporte de humedad”.

De seguir este comportamiento, la falta de una abundante cantidad de lluvia pondría en problemas a la actual cosecha de trigo, y a la siembra de girasol, maíz y soja, por la falta de humedad en el piso.

En junio, los pronósticos apuntaban a fuertes lluvias en la región núcleo con valores que superaban las medias entre un 40 a 60% que, si caían de manera dispersa, volverían a dotar de humedad al suelo.

Pero ahora ese 40% de “piso” se  ha transformado en valor máximo y puso en riesgo la estimación de 16 millones de toneladas para el trigo, por los menores rindes.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el 9 de agosto inclusive “la mayor parte del área agrícola observará ´precipitaciones escasas a nulas (menos de 10 mm), con focos aislados con valores moderados”.

Si se llegara a esas 16 millones de toneladas representarían una recuperación del 40% en la producción de trigo del país, luego de la fatídica cosecha 2022/23, pero sería la segunda menor producción triguera argentina en los últimos 8 años.

Según las proyecciones de la BCR, el país podría exportar un volumen cercano a los 9,5 millones de toneladas entre diciembre y noviembre 2024, volumen que representará un incremento del 120% en relación con la campaña en actual.

El desarrollo efectivo del comercio exterior dependerá de muchas factores, tales como la competitividad del grano argentino en los mercados internacionales, las políticas de comercio exterior o, las necesidades del consumo interno, entre otras.

Las malas perspectivas para la producción de Australia en esta campaña,  principal competidor del hemisferio sur, podrían permitir a Argentina, ganar participación en países usualmente atendidos por el gigante oceánico, como los países del Sudeste Asiático.