La industria mostró en abril una mejora en los indicadores respecto a enero, cuando la producción había sido afectada por las vacaciones y la tercera ola de coronavirus, según se desprende de la última encuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA). Sin embargo, los empresarios también acusaron un menor ritmo de crecimiento teniendo en cuenta el fortísimo repunte que tuvo el año pasado. A su vez, señalaron que existe gran preocupación por la falta de trabajadores calificados para cubrir vacantes. 

“En un contexto en donde la competitividad y la productividad juegan un papel central en el desarrollo productivo del país y de las empresas, resulta fundamental que existan herramientas y mecanismos focalizados en la formación profesional y la inserción laboral. En este sentido, la interacción entre las empresas, el sector público y las instituciones educativas genera un círculo virtuoso, que promueve el empleo y la inclusión laboral, reduciendo la desocupación y elevando la capacidad productiva del país”, consignó en su informe el centro de estudios de la casa fabril.

El relevamiento, realizado a más de 300 industrias, reflejó que hay una alta demanda de “habilidades y formación profesional”. Al respecto, consignaron que más del 80% de las plantas consultadas manifestaron tener búsquedas activas o por abrirse prontamente, sobre todo en áreas de producción. Ese diagnóstico coincide con el que hace el Gobierno, que apunta a la necesidad de “generar mecanismos de transición para incorporar más personas al mercado de trabajo formal, pero que llevará tiempo”. 

Al respecto, la UIA destacó que tres de cada diez empresas indicaron tener menos personal del necesario. “La falta de personal es aún mayor en las empresas más chicas: en las micro y pequeñas casi 4 de cada 10 empresas indicaron tener menor personal del necesario mientras que en las grandes el ratio fue de 2 por cada 10”, detallaron. 

Por otro lado, el 26% de los encuestados manifestó algún tipo de dificultad en relación a la composición del personal. La problemática fue más recurrente en las medianas industrias, donde el 30% registró problemas en la composición (versus 6% en las grandes y 25% en las micro y pequeñas). A su vez, se revelaron dificultades para encontrar potenciales candidatos, originadas principalmente por escasez de postulaciones, déficit de competencias técnicas específicas, falta de experiencia e insuficiencias en materia de habilidades blandas.

En tanto, la encuesta mostró que hubo una mejora de las ventas internas en abril para el 31,3%, frente a un 22% que las disminuyó. Por otro lado, un 32,8% de los consultados sostuvo que incrementó su producción.

En enero, el Índice de producción manufacturero que publica el Indec había arrojado una caída del 6,4%, como consecuencia de una nueva ola del coronavirus, paradas técnicas de las fábricas y algunos cortes de electricidad en medio de la ola de calor. En febrero, se registró un crecimiento del 5% y en marzo, otra caída del 1,9%. Sin embargo, el ministerio de Desarrollo Productivo, al igual que las previsiones privadas, ya adelantó que abril volverá a la senda del crecimiento industrial.

“Las empresas encuestadas indicaron que las dificultades locales en materia de costos, insumos y logística se agravaron desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania”, añadieron. El 90% de las empresas consultadas sostuvo tener algún problema de logística en el transporte, mientras que un 74% se vio afectada por la suba de los costos energéticos. Y un 44,6% afirmó tener algún tipo de dificultad en el pago de importaciones.

En cuanto al panorama para los próximos meses, la entidad fabril comento que, si bien a grandes rasgos las expectativas para el futuro de las empresas permanecen positivas en torno al 50%, se registró respecto a la encuesta previa cierta caída en el porcentaje de empresas que esperaba una mejora de su propia situación económica y en el de aquellas que esperaban una mejora de la situación de la actividad (se redujeron a 46% y a 42% respectivamente). 

En ambos casos, fueron los niveles más bajos de la serie. En tanto, persiste una brecha sobre la mejora de la situación del país: sólo un 26% de las empresas esperaba que la situación económica del país mejorará en el próximo año. 

“Las perspectivas para el año siguen muy condicionadas por el devenir del contexto macroeconómico, el internacional y las restricciones de oferta. También resulta prioritario poder alinear más el esquema de formación profesional con las necesidades del mundo productivo, con el objetivo de lograr una mejor empleabilidad e inserción laboral de cara al futuro”, concluyó la UIA.