(De la Redacción de Data Clave). A partir de los 40 años el número de aportantes empieza a decaer, particularmente en el sector privado, lo que indica que hay una “expulsión del mercado de trabajo” desde esa edad, advirtió la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) a través de un comunicado.

Esa combinación de factores “sumado a la alta informalidad, hace imposible el acceso a beneficios previsionales a largo plazo”, destacó el informe de 83 páginas. En promedio, una jubilación equivale al 38,1% del ingreso de un activo, pero la recaudación por aportes y contribuciones resulta ser 13,5% inferior a la necesaria para lograr el autofinaciamiento de los sistemas (manteniendo todas las restantes variables constantes) y que existen 1,43 activos aportantes por cada beneficio otorgado. 

Alrededor de un tercio de los trabajadores argentinos están en el mercado informal, según el Indec. En ese marco, “el 54,9% de los beneficios del régimen general requirió de una moratoria” para acceder a una jubilación o pensión. Entre otros desarreglos del sistema previsional argentino, el documento del OPC “excluyendo los regímenes especiales, el 86,1% de los beneficios son iguales o menores a dos jubilaciones mínimas”, de $ 16.864 desde junio. 

El 40,6% de los aportantes son mujeres y 59,4% son varones, “indicio de que una gran parte de la fuerza laboral femenina se encuentra fuera del mercado formal”, generalmente, vinculado a las labores domésticas. A la informalidad, se le agregan los escasos aportes, ya que más del 50% los activos del régimen general perciben remuneraciones por debajo de 2,5 veces el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que es de $ 16.875 mensuales y 15,4% de los varones y 19,7% de las mujeres perciben salarios iguales o inferiores al salario mínimo.

Un reciente informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) apuntó a que “el gasto previsional sigue subiendo a una tasa superior a los ingresos. Teniendo en cuenta que las jubilaciones y las pensiones son el principal componente del gasto primario nacional (42% del total) se trata de una dinámica fiscalmente insostenible”

En cuanto a la cantidad de trabajadores que aportan para los jubilados del presente, la economista Fernanda Maceira explicó a Data Clave que las distintas moratorias dispuestas a partir del 2005 “hicieron que ingresaran al sistema 3,5 millones de jubilados y pensionados, con escaso o nulos aportes”. 

“A algunos les faltaban algunos aportes, los pagaron, y eso no fue grave, pero a otros tenían pocos o ningunos, y los pagaron con descuento de la misma jubilación que cobraban. Este ingreso desbalanceó la relación entre aportantes y beneficiarios, que ya venía bastante justa en un país que tiene mucho empleo en negro”. Pero “aun los que aportan, lo hacen de manera desigual. Por ejemplo, monotributista aporta $100 por mes para obtener una jubilación mínima de $ 16.000. No da la proporción”, remarcó. Maceira.