La falta de lluvia retrasa la cosecha de trigo, que presenta un 51% de los lotes plantados con condición entre regular y mal, y demora la siembra del maíz y la soja, informó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La entidad explicó que en el caso del trigo la cosecha asciende a un 23 % del área apta, lo cual refleja una demora de 21,9 puntos porcentuales con relación a la pasada campaña. 

Pero además “el 51 % de los cultivos aun están en pie presentan una condición entre Regular a Mala”, lo que podría generar en los próximos meses, problemas en el mercado interno, debido a los requerimientos de calidad que requiere la industria molinera, pero la sequía no solo afectó la calidad y cantidad de trigo sembrado, se estima que la exportación de ese cereal podría caer entre US$ 3.000 y US$ 4.000 millones, sino que también atrasó la siembra de la soja y el maíz. 

Frente a este panorama la Bolsa de Comercio de Rosario concluyó que el campo liquidará entre 21% y 35% menos dólares que en el presente año.

La sequía, y las heladas tardías provocaron “un retraso récord en la siembra de soja y maíz como consecuencia de la falta de humedad en los suelos, y es algo que luego derivará en complicaciones productivas y menores ingresos por las exportaciones”, dijo la BCR.

En un escenario “optimista”, el ingreso de dólares vía liquidación de la exportación alcanzaría los US$ 36.119 millones, una caída del 20,9% (US$ 9.560 millones) respecto a lo percibido en 2022. 

La mitad de la cosecha de trigo tiene baja calidad y presiona la exportación

Por el lado del escenario “realista” ya habla de una marcada caída en la producción respecto al “optimista” y al promedio de los últimos cinco años, y donde se proyecta el ingreso de US$ 33.103 millones durante el año que viene, lo que supone una merma del 27,5% o US$ 12.586 millones menos. 

Y en el contexto “pesimista”, de persistir la sequía, el ingreso de dólares desciendería hasta los US$ 29.847 millones, un desplome del 34,6% o US$ 15.842 millones.