Pasó la primera semana de julio y el gobierno anunció que los US$ 1,300 millones que debería haber pagado el viernes al Fondo Monetario Internacional (FMI), los pagará a fin de mes, junto con los otros US$ 1.400 millones que también vencen en los días siguientes.

De esta manera, el ministro de Economía, Sergio Massa, se toma todo el mes para continuar las negociando no solo la entrega de dinero para pagar este vencimiento, los otros US$ 2.700 millones que se abonaron en junio, sino también de hacerse de dinero, algunos hablan de US$ 10.000 millones y otros de US$ 6.500 millones adicionales, como para mantener la plaza tranquila hasta las PASO y después.

En el medio, se desató una serie de especulaciones que tuvieron su punto más alto el jueves cuando Massa mantuvo una teleconferencia con su par de Egipto, el ministro de Finanzas, Mohamed Maait.

El comunicado oficial del Palacio de Hacienda destacó luego del encuentro que “respecto al sistema financiero internacional, ambos ministros destacaron la necesidad de promover soluciones creativas e inteligentes para enfrentar los desafíos económicos de las naciones de ingresos medios, asegurando el desarrollo inclusivo y sostenible”.

El tema no es menor. Argentina y Egipto acumulan alrededor del 70% de la capacidad prestable del FMI, con lo cual una cesación de pagos conjunta de sus deudas podría complicar la situación del organismo.

Ya a comienzos de la semana pasada también se especuló con la posibilidad de que Argentina no pague este vencimiento ni los próximos. El Fondo lo pondría en situación de “mora” pero no de incumplimiento, algo que entraría recién en diciembre, cuando asuman las nuevas autoridades, quienes deberían reformular ese acuerdo, y los otros que están a este unido, como los del Banco Mundial, o el Banco Interamericano de Desarrollo.

Sin embargo, esa idea extrema ha dejado lugar en las últimas horas a la posibilidad de que, si el Gobierno no alcanza un acuerdo en lo que queda del mes, pague ese vencimiento con yuanes que le prestaría China, a una tasa mayor que la que le cobra el FMI.

Eso pondría presión a las negociaciones, donde Estados Unidos, el socio principal del FMI, no ve con buenos ojos el avance de China sobre Sudamérica. Esa posibilidad, tampoco sería bien vista por Japón, que tiene un conflicto de décadas con su vecino asiático.

El ex-representante de Argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Héctor Torres, relativizó este jueves la efectividad que las críticas que realizó Massa puedan tener sobre el organismo.

"El Fondo es una institución que posee una piel dura y es difícil que se vea afectada por este tipo de declaraciones", dijo Torres a CNN-Radio.