El precio de la soja en el mercado de Chicago superó este lunes los US$ 580 la tonelada para los embarques en mayo, cuando ingresa al circuito la producción de Argentina y Brasil, debido a las persistentes informaciones de que ambas naciones tendrán una menor producción.

Desde la primera semana de enero, el precio internacional de la soja y sus derivados aumento 15%, debido a la persistente sequía que afectó al hemisferio sur.

La última semana, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó su estimación de cosecha de soja en dos millones de toneladas para ubicarla en 42 millones, proyección que de concretarse se ubicaría, casi 7 millones de toneladas por debajo de lo que se esperaba al comienzo de la campaña.

Si bien esta producción estaría 1,3 millones de toneladas por debajo de lo obtenido en el ciclo 2020/21, se suma a la caída de la oferta de parte de Brasil, el segundo exportador mundial, que tendría una cosecha de 133 millones de toneladas, en lugar de los 139 millones previstas originalmente.

El año pasado, Argentina exportó bienes por US$ 78.000 millones, y de esa facturación, un tercio correspondió al complejo sojero, semillas, aceite y “desperdicios”, en un contexto de elevados precios y gran cosecha.

Pero “durante el año pasado se conjugaron varios factores para lograr esa gran recaudación. Una gran producción local, una gran demanda, en especial motorizada por China, y la especulación de los fondos de inversión ante la escalada de los precios”, dijo Marta Nahmias, de Agrícola Ascensión, en declaraciones a Data Clave.

Ahora, la suba de precios está motorizada por la caída de la producción en Brasil, y la falta de certeza de cómo evolucionará la cosecha argentina luego de una primera quincena de enero con sequía, y una segunda, con abundante lluvia.

En momentos en que Argentina necesita de un gran ingreso de dólares para recomponer sus alicaídas reservas, la BCBA estimó que los recursos fiscales disminuirían entre US$ 769 y US$ 951 millones, según sea el escenario de sequía moderado o severo.

La última estimación sobre la producción y exportación del complejo sojero es de septiembre del año pasado, cuando la Bolsa de Cereales estimó, con los precios de ese entonces y los cálculos de cosecha, que se recibirían este año US$ 21.112 millones.

Pero ahora la entidad reportó se podría perder, como mínimo, un 13% y hasta un máximo del 23% de la producción de soja estimada en un comienzo en 48,5 millones de toneladas.

“La situación sería peor de no existir una compensación vía precios internacionales”, destacó la BCBA, y consideró que “si bien las últimas lluvias han traído algo de alivio para muchas regiones, nuevas precipitaciones serán necesarias a lo largo de febrero para mantener las expectativas de rinde”.