El año pasado, Argentina exportó bienes por US$ 78.000 millones, de esa facturación, un tercio correspondió al complejo sojero, semillas, aceite y “desperdicios”, en un contexto de elevados precios y gran cosecha.

Pero ahora, si bien los precios alcanzaron al a los US$ 520 la tonelada en Chicago para mayo, similar al del año pasado, Argentina no podría aprovechar otra vez este “envión” por su “mala cosecha”.

“El año pasado se conjugaron varios factores para lograr esa gran recaudación. Una gran producción local, una gran demanda, en especial motorizada por China, y la especulación de los fondos de inversión ante la escalada de los precios”, dijo Marta Nahmias, de Agrícola Ascensión, en declaraciones a Data Clave.

Sin embargo “ahora, la suba de precios está motorizada por la caída de la producción en Brasil, el segundo exportador a nivel mundial, y la falta de certeza de cómo evolucionará la nuestra, luego de una primera quincena de enero con sequía, y una segunda, con abundante lluvia”.

En momentos en que Argentina necesita de un gran ingreso de dólares para recomponer sus alicaídas reservas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó que los recursos fiscales disminuirían entre US$ 769 y US$ 951 millones, según sea el escenario de sequía moderado o severo.

La última estimación sobre la producción y exportación del complejo sojero es de septiembre del año pasado, cuando la Bolsa de Cereales estimó, con los precios de ese entonces y los cálculos de cosecha, que se recibirían este año US$ 21.112 millones.

Pero ahora la entidad reportó se podría perder, como mínimo, un 13% y hasta un máximo del 23% de la producción de soja estimada en un comienzo en 48,5 millones de toneladas.

En su reporte "Impactos económicos de escenarios de sequía", la Bolsa de Cereales estimó que estos shocks de producción en soja y maíz producirían una caída del Producto Bruto Agroindustrial (PBA) de 6,1% (unos US$ 2.726 millones, o 0,6% del PBI) en el caso de una sequía moderada, y del 9% en una severa (US$ 3.830 millones, o 0,8% del PBI), en relación al escenario base.

“La situación sería peor de no existir una compensación vía precios internacionales”, destacó la Bolsa de Cereales , y consideró que “si bien las últimas lluvias han traído algo de alivio para muchas regiones, nuevas precipitaciones serán necesarias a lo largo de febrero para mantener las expectativas de rinde”.