El ministro de Economía, Sergio Massa, anunciará el próximo martes los niveles de aumentos en las tarifas de gas, energía eléctrica, y agua que regirán en las distintas regiones del país. Se tendrá en cuenta el consumo de los hogares, ya que, por caso, el 20% de las familias consume el 50% de la demanda de electricidad total. El ahorro total que prevén es de $500.000 millones, en busca de dar una señal de disciplina fiscal al FMI.

Fuentes del Ministerio de Economía confiaron a Data Clave que la baja del gasto en asistencia a tarifas, que representa cerca del 1% del PBI, es una proyección para todo 2023 pero a valores actuales. Sin embargo, recién el año que viene  se aplicarán de manera plena las quitas de subsidios por parte de la segmentación y el nuevo esquema de consumo que planteó Sergio Massa. 

En ese sentido, también se respetarán las particularidades de cada región. "No es lo mismo utilizar 400 kilowatts en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, que en el noreste del país, donde se cocina con electricidad", dijeron las fuentes.

Si bien los detalles finos y los incrementos finales serán anunciados oficialmente el próximo martes, ya se conocen algunos aspectos. En primer lugar, hay 10 millones de usuarios que mantendrán el subsidio y 4 millones que no lo tendrán porque no se inscribieron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), que ya está cerrado. 

Para quienes mantendrán la asistencia, la tarifa social permanecerá sin cambios. En tanto, para los que no la tengan, que está estimado en el 20% de usuarios, tendrán un consumo subsidiado por hasta 400 kilovatios-hora (kWh) mensuales, por lo que sí superan ese límite, deberán pagar el costo pleno por el incremental. “Superar el consumo no hace caer la base del subsidio”, explicaron desde Economía. 

La intención de Massa es tener mayor progresividad en el sistema de subsidios energéticos y promover el ahorro de energía. “El 80% de la población consume el 50% de la electricidad, mientras que el otro 20% se lleva el resto”, graficaron cerca del ministro.

Otra de las intenciones es enviar una señal de reducción fiscal al FMI. En Economía reconocen que la proyección de déficit fiscal en 2022, con la dinámica actual, es de 3,2% del PBI. Ese número está 0,7 puntos por encima de la meta de 2,5% del PBI pactada con el organismo para este año, por lo que ese deberá ser el recorte en los próximos meses.