En el marco de un Día de la Lealtad en el que el peronismo marchará dividido, el ministro de Economía, Sergio Massa, adelantó medidas para aliviar el bolsillo de los sectores de ingresos medios y bajos. Este lunes se escucharán varios reclamos en ese sentido, en un contexto de alta inflación. De todas formas, el objetivo del equipo económico sigue siendo ordenar la macro, para generar un proceso de “estabilización”. 

Se cumplen 77 años desde el 17 de octubre de 1945, cuando los trabajadores colmaron la Plaza de Mayo para pedir la liberación del coronel Juan Domingo Perón. En contraste, durante esta jornada habrá distintos actos por parte de los sectores del peronismo, en donde confluyen distintos reclamos con un eje en común: el deterioro de las condiciones de vida a partir de la aceleración inflacionaria y la baja de los ingresos.

En paralelo, Massa volvió de su gira en Estados Unidos y puso el foco en la agenda local. Así, anunció este domingo la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias a partir de noviembre, un acuerdo en la cadena de producción y venta de electrodomésticos, el nuevo plan de “Precios Justos” y el tan esperado bono de asistencia para sectores de indigencia.

En tanto, la semana en el Ministerio de Economía estará “agitada” en materia de reuniones. Fuentes de la cartera indicaron que mañana está prevista una reunión entre Massa y la titular de Anses, Fernánda Raverta, para definir el “refuerzo alimentario”. Luego debería surgir un encuentro con el presidente Alberto Fernández, quien deberá dar luz verde a la medida.

En ese sentido, el titular del Palacio de Hacienda recibirá el jueves a la CGT para conversar sobre la suba en el mínimo no imponible de Ganancias, medida celebrada por la central obrera, y para avanzar en una “mejor coordinación de precios y salarios”. Este último punto está ligado al programa de “Precios Justos”, para el cual se buscará dar certidumbre en materia de costos a las empresas y así poder mantener valores de determinados productos por algunos meses.

De todas formas, en el equipo económico identifican que el principal problema actual es la inflación y ese es el principal objetivo para atacar en los próximos meses. Se descarta un plan de “shock” o “congelamiento” en el corto plazo. 

Massa insistió este fin de semana en que la forma de frenar la inercia es a través del ordenamiento macroeconómico a partir de la baja del déficit y la emisión monetaria, además de consolidar las reservas para controlar la brecha cambiaria y calmar las expectativas de devaluación.

Mientras, la inflación de septiembre fue del 6,2% mensual, con una baja de 0,8 puntos respecto a agosto, y acumuló 83% en el último año. Dicha merma no fue celebrada por Massa quien aseguró que "no lo conforma". Las consultoras anticipan que las subas de precios regulados podrían derivar en una nueva aceleración para octubre.