Una familia necesitó de $54207 en el último mes del 2020 para poder comprar los productos, ropas y servicios que reúne la Canasta Básica Total que estable del Indec, como umbral para no caer por debajo de la línea de la pobreza.

Ese valor resultó 39,1% superior al de diciembre del 2019, y no fue mayor el aumento debido a que las tarifas de varios servicios estuvieron congelados, al igual que los “acuerdos de precios” y “precios máximos”, para controlar los aumentos en los valores de los alimentos de primera necesidad, y algunos de limpieza e higiene.

En tanto, el costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) registró el año pasado una suba del 45,5%, por lo que el mismo grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $22.680,97 para no caer en situación de indigencia, es decir para comprar la mínima cantidad de comida para subsistir.

En diciembre, la Canasta Básica Alimentaria subió el 5,1% y la Total el 4,7%, informó el Indec.

La diferencia entre ambas se debe esencialmente a que las tarifas de los servicios públicos y el transporte se encuentran en la Canasta Básica Total y están congelados desde principios de año, mientras que en la Canasta Alimentaria el rubro comida es preponderante y fue uno de los que más subió en los últimos meses.

La inflación minorista en el 2020 fue del 36,1 %, con un alza del 42,1% en Alimentos y bebidas, incremento que no fue mayor debido a los acuerdo de precios y el establecimiento de “precios máximos” para algunos productos.

Al finalizar el 2020  alrededor del 44,2% de los argentinos se encontraban bajo la línea de la pobreza, es decir, sus ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de alimentos, transporte, indumentaria y algunos servicios que conforman la Canasta Básica Total, lo que representa un aumento frente al 40,8% de finales del 2019, informó la Universidad Católica Argentina (UCA).

Además, uno de cada cuatro de las personas que están en la pobreza, son indigentes, es decir, no tienen los ingresos para comprar el mínimo de comida para la subsistencia. Así, el índice de Indigencia aumentó al 10,1% desde el 8,9% del año pasado. 

El director del Observatorio para la deuda social de la UCA, Agustín Salvia, advirtió al presentar las cifras a la prensa a comienzos de diciembre que “los números podrían ser peores” porque el relevamiento se hizo de manera telefónica, ya sea a números fijos o a celulares pero que cumplen la misma función, y en esa forma “existe un efecto de deseabilidad” por el cual, el entrevistado, brinda mejores datos sobre su situación de lo que realmente es, y que se puede percibir en una encuesta presencial.  

Con la crisis iniciada en el 2018 y profundizada la pandemia, con la caída del consumo la inversión y el empleo “el índice de pobreza tiene un piso del 40%”, aseguró.