Más de 700 personas se encuentran alojadas en alcaidías y comisarias vecinales de la Ciudad de Buenos Aires, según el último relevamiento de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN). 

Un total de 339 personas se encuentran actualmente en comisarías y otras 396 en alcaidías, lo que representa un número muy por encima de la capacidad operativa máxima.

Estos centros no penitenciarios se hallan totalmente “colmados” desde el inicio de la pandemia y la cantidad de detenidos continúa aumentando mes tras mes. Su gran mayoría (47%) cuentan con prisión preventiva, mientras que alrededor del 26% tienen condena.

La situación actual se debe en parte a las restricciones para el ingreso de nuevos detenidos a las cárceles federales, que impactaron de lleno en el cupo de las alcaldías policiales, pese a tratarse de espacios de “detención transitoria”, es decir, para no más de 72 horas de encierro. El aumento también se vincula con el uso excesivo de las prisiones preventivas y la puesta en marcha de la ley de flagrancia.

Ciudad de Buenos Aires: alcaidías y comisarías vecinales al borde del colapso

En este contexto, los detenidos denuncian pésimas condiciones de alojamiento, hacinamiento, falta de provisión de elementos de higiene, deficiente atención médica y ausencia de espacios para la recreación y visitas familiares. También reclaman la falta de alimentación adecuada.

En este sentido, la Asociación de Abogados de Buenos Aires alertó que estos espacios dependientes del Gobierno porteño “no cumplen con las condiciones necesarias para la estadía de personas por más de 72 horas”, y que se afectan los “derechos humanos de las personas detenidas”. Advirtió, asimismo, que "se compromete el personal policial y móviles con los que cuenta la Ciudad para prestar seguridad a los vecinos”.

La PPN realizó esta semana una serie de inspecciones a las alcaidías comunales 8 y 8 BIS, ubicadas en el barrio porteño de Villa Lugano. En dichas dependencias se detectó un número superior de detenidos, incluso excediendo ampliamente la capacidad de plazas disponibles.

Ciudad de Buenos Aires: alcaidías y comisarías vecinales al borde del colapso

Algunos de los alojados, según informó el organismo, llevan más de seis meses de permanencia en estos espacios y en otros casos vienen transcurriendo allí toda su condena.

Ariel Cejas Meliare, procurador penitenciario adjunto interino, explicó que las condiciones en estos lugares son “limitadas”, ya que los calabozos no están preparados para alojamientos prolongados.

En diálogo con Data Clave, Cejas Meliare destacó que los detenidos conviven en espacios reducidos y sin baños dentro de las celdas, como tampoco cuentan con lugares acondicionados para recibir visitas familiares, estudiar o trabajar. “Son dependencias de paso y las convirtieron en una cárceles permanentes, sin las condiciones de una cárcel”, concluyó.