En los últimos días varios laboratorios y farmacéuticas compartieron los resultados intermedios de la efectividad de sus vacunas contra el virus SARS-CoV-2, en base a los estudios que están realizando con la participación de miles de voluntarios alrededor del mundo. Para clarificar el panorama, Data Clave habló en exclusiva con la Dra. Florencia Bruggesser (MN 114088 MP 81831), médica infectóloga y Secretaría de Capacitación de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiolgía (SAVE). 

Data Clave: ¿Cuáles son las vacunas que están más avanzadas? 

Dra. Florencia Bruggesser: - Las que están muy avanzadas son las genéticas de Pfizer y Moderna, que usan ARN mensajero. Las que utilizan vectores virales que son la de AstraZeneca y Oxford, la de CanSino de origen chino, la Sputnik V del Instituto Gamaleya y la de Janssen y Johnson & Johnson (que se está haciendo la fase 3 en Argentina con el Centro de Estudios Infectológicos). Después tenemos dos vacunas chinas que son inactivadas: la de Sinopharm (que está en fase 3 con Fundacion Huesped y Vacunar) y Sinovac (que se está estudiando en Brasil y que la prueba está suspendida por un evento que está en estudio).

De todas formas, hay que esperar a que todas estas vacunas completen esa fase 3 y que se presente la información a las entidades regulatorias como la ANMAT, EMA o FDA, que son las que finalmente van a autorizar que se puedan administrar a la población.

DC: ¿Cuándo se considera finalizada la fase 3?

FB: - El tiempo mínimo que está pidiendo la Organización Mundial de la Salud es por lo menos tres meses de seguimiento desde la aplicación de la vacuna. En esta última fase se busca lo mismo que en las otras, pero en un nivel de población más importante. Se administra en poblaciones de más de 20.000 personas. Se hace un estudio multicéntrico, doble ciego, contra placebo y aleatorizado. Eso significa que un grupo recibe la vacuna y otro placebo. Doble ciego significa que ni la persona ni el investigador sabe a quién le está aplicando la vacuna, lo que genera más seguridad en el análisis posterior de los datos.  

DC: Los estudios de la de Pfizer en Argentina comenzaron en agosto. ¿Es decir que durante noviembre estarán los resultados?

FB: - Son dos dosis de vacuna cada 28 días. Hay que ver si ya se cumplieron los tres meses. Uno puede hacer un análisis sobre la primera dosis, con los efectos adversos. Los voluntarios se controlan muy seguido. Hay que ver si todos los voluntarios reclutados ya pasaron los tres meses desde la segunda dosis.

DC: ¿Qué se considera un evento grave adverso?

FB: - Todos estos estudios tienen evaluadores externos que van viendo si hay alguna desviación del estudio o si aparece algún evento que pueda estar asociado temporalmente o que pueda tener que ver con la vacuna. Al ser doble ciego, hasta que uno no abra el ciego, no sabe si este evento ocurrió en la población que recibió la vacuna o el placebo. Llamamos evento adverso grave a cualquier evento que pueda poner en riesgo la vida, generar algún tipo de secuela o que requiera una internación. Se tienen que estudiar.

DC: ¿Cualquiera de estas vacunas puede estar disponible primera o hay alguna con más posibilidades?

FB: - Exactamente. Obviamente Pfizer con ese 90% de eficacia que anunció estaba planteando la aprobación de emergencia en el FDA viendo que los resultados son buenos. Hay que ver si los organismos reguladores piensan que estos datos son suficientes como para ya aprobarla para el uso masivo. Eso es lo que intentan hacer todos: presentar los análisis intermedios para ir dando la información. Es un poco también lo que cada una de estas farmacéuticas o laboratorios están haciendo con los países con los que vienen haciendo arreglos.

DC: Se viene hablando mucho sobre las vacunas, pero no tanto sobre los medicamentos para la cura del coronavirus o preventivos. ¿Hay algún avance al respecto?

FB: - De todos los tratamientos, por ahora no hay ninguno que tenga aval científico para utilizarlos y que sepamos que realmente mejora la salud de los pacientes internados. Hay muchos que están en estudio.

DC: ¿Por ejemplo?

FB: - El remdesivir es uno de los antivirales sobre el que se está realizando un estudio en muchísimos países. También está la utilización del plasma de convalecientes, que hay varios estudios, algunos de los cuales han demostrado que en pacientes con enfermedad grave o avanzada no ha tenido beneficios. Pero, hay otros, uno que se presentó en la provincia de Buenos Aires que había demostrado disminución de la mortalidad cuando uno lo utilizaba precozmente, pero faltaba evidencia científica como para poder recomendarlo. Está la ivermectina sobre la que hay varios estudios en marcha. La hidroxicloroquina, que en algún momento se había recomendada, ya se sabe que no sirve.

DC: ¿Algún otro?

FB: - Hay un anticuerpo monoclonal, que se aprobó hace muy poquito en Estados Unidos. Se vio en un estudio que las personas mayores de 65 años y de alto riesgo que recibieron este anticuerpo monoclonal tuvieron menos tasa de complicaciones y de internaciones. Este anticuerpo bloquea al coronavirus en la proteína espiga (que arma la corona) y evita que entren las células. Sería como un tratamiento muy precoz para darle al paciente. Es otro avance, pero falta tener más información. Es preventivo.