Pasó con los armenios y los libaneses, quienes al día de hoy siguen siendo apodados turcos. También con los serbios a quienes llaman croatas. La guerra muestra hoy también la cara de un cambio cultural de raíz. Y los descendientes de ucranianos que habitan hoy en suelo argentino no son la excepción de una dinámica de la identificación que, ahora, puede convertirse en una afrenta.

Daniel Panasiuk vive en Dolores y desde que tiene memoria lo apodan “Ruso". Sin embargo, sus antepasados son ucranianos. Y en medio del drama bélico que pone en estado de alerta al mundo, tomó la decisión de rebautizar su emprendimiento para plantar una bandera en su árbol genealógico. A cargo de una empresa de aberturas de aluminio, Panasiuk optó por cambiar el nombre de su firma que, desde ahora, pasará a llamarse “El Ucraniano” en lugar de “El Ruso”.

Muchos se preguntarán el porqué del cambio de nombre de mi emprendimiento”, escribió en sus redes sociales. Y se contestó: “Mis abuelos, tíos y mis padres son nacidos en Ucrania; pero todos en Dolores me conocen como el “Ruso” Panasiuk; al igual que a mis amigos libaneses los ‘mal-llaman’ turcos. Esto lo hemos admitido a lo largo de nuestra vida pero no corresponde al origen de nuestras nacionalidades”.

En diálogo con Data Clave, Panasiuk contó que su papá, junto a su abuelo, llegó a la Argentina en la década del 30, provenientes de Santurtzi. “Vinieron con una mano atrás y otra adelante. No llegaron a vender nada y escapando de la guerra. Es por eso que tenían pasaportes polacos, pero era ucranianos”, sostiene.

De “El Ruso” a “El Ucraniano”: por la guerra, le cambió el nombre a su empresa

El abuelo Panasiuk primero debió instalarse en Paraguay ya que aún no estaba abierto el ingreso para inmigrantes. Y tras una temporada en la selva guaraní, se mudaron a Valentín Alsina para luego terminar pegando el salto a Dolores, donde hoy el apellido es marca registrada en miel. “Cuando mi viejo compró la chacra se encontró con dos panales de abejas y desde ahí se hizo apicultor”, sostiene el hombre de 58 años.

Panasiuk es perito en accidentología y trabaja en la policía científica de Dolores, pero hace menos de un año decidió comenzar otro emprendimiento. Y fue allí que nació la empresa que ahora cambió de nombre.

De “El Ruso” a “El Ucraniano”: por la guerra, le cambió el nombre a su empresa

Todos me dicen Ruso, entonces no había nada más simple que llamarlo así. Pero cuando estalló esto me provocó mucho dolor y decidí cambiar el nombre. Ahora cuando me dicen ruso, les respondo ‘ucraniano’. Ya no quiero que me digan ruso. Lo voy a hacer hasta que todos lo incorporen. Yo ya desterré la palabra ruso de mi diccionario”, agrega.

Y recuerda: “Mi papá siempre me contó que cuando era chico le hacían bullyng por no saber el idioma. Yo todavía tiempo y no me voy a cansar hasta aprenderlo y poder defender mis raíces”. Y, para cerrar, deja en claro que su bronca no es con el pueblo ruso. “No es el pensamiento de toda la gente. Es lo que hace este dictador de Putin, que es fanático y desequilibrado. Cuando mi papá y mi abuelo se vinieron, quedaron tíos y de seguro ahora debe haber primos que no conocí pero que no dejan de ser mi sangre”.