Durante las audiencias del juicio oral no se pudo probar no ni remotamente que el viudo Marcelo Macarrón (62) hubiera ordenado matar a su esposa, Nora Dalmasso (51), asesinada en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.

Por eso es mediodía, el fiscal Julio Rivero solicitó la absolución de Macarrón, al alegar en el juicio por jurados que se lleva adelante en los tribunales de esa ciudad desde el 14 de marzo pasado.

El fiscal consideró que no hay pruebas para acusar al viudo por el femicidio y reclamó su absolución, con lo cual finalizará el juicio ya que no habrá acusación, de modo que el jurado deberá decretar la absolución.

Como en el juicio no hay querellantes, como el fiscal Rivero no sostuvo la acusación y pidió la absolución, el jurado no tiene que deliberar porque no se cumplen los requisitos establecidos para que el tribunal dicte condena.

"No puedo acusar por acusar", dijo Rivero, tras lo cual agregó: "No puedo sostener que la mató un sicario no porque no hay prueba sino porque hay prueba de que fue (sexo) consentido. El sexo consentido echa por tierra un acuerdo criminal".

“Como soy un fiscal íntegro y no un fiscal dañino yo voy a pedir la absolucion”, dijo Rivero. “Seria irresponsable oportunista y cobarde acusar”, agregó el fiscal al finalizar su alegato, que se inició poco después de las 10 y se extendió durante cuatro horas.

El manual instructivo para Jurados Populares, establecido por la Ley Provincial Nº 9182 Poder Judicial de Córdoba, sostiene que "si el fiscal de Cámara, durante su alegato final, no mantiene la acusación y pide la absolución del imputado, el tribunal no puede condenar, salvo que intervenga en el juicio el querellante particular y que éste, en su alegato, haya pedido la condena".

El viudo Macarrón llegó a juicio acusado del delito de "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal", según las conclusiones del fiscal Luis Pizarro, el último que instruyó la causa y la elevó a juicio.

Es decir, para el fiscal Pizarro el viudo fue quien encargó el homicidio de su esposa, pero nunca pudo dar con el autor material del crimen, ya que Macarrón se encontraba en Punta del Este cuando se produjo el homicidio.

La tesis de la fiscalía no se pudo sostener durante las audiencias y los familiares de la víctima, tanto sus hijos como sus hermanos, apuntaron hacia un empresario como el presunto asesino de Nora.

El cierre del juicio oral es un evidencia más de la pésima investigación del crimen que llegó a tener como sospechoso hasta Facundo Macarrón, el hijo de la víctima, y que terminó por poner en la silla de los acusados al viudo, sin mayores evidencias, tal como se demostró en el debate.