Mario Rodríguez, papá de Lucas Rodríguez, el joven que murió tras ser baleado por la Policía de la Ciudad, habló sobre la situación que atraviesa la familia y, en medio del dolor, dijo: “No hay palabras, no se que están esperando pero yo estoy esperando sepultar a mi hijo y no puedo todavía. Cualquiera no desearía estar en mi pellejo ni en el de mi mujer”.

La familia del joven asesinado convocó a una marcha para pedir justicia el próximo lunes, frente al Palacio de Tribunales, y explicó que el objetivo es "marchar en paz con una vela y una bandera argentina representando a todas las víctimas que sufrieron gatillo fácil como sufrió mi hijo. Confío en que la Justicia se va a encargar de eso”.

“Como tiraron a matar a acribillarlo a mi hijito, que pongan los cojones para decir ‘sí, yo fui’ y no tapar cualquier cosa”, pidió Mario en declaraciones a Radio Mitre.

Sobre el impacto que el caso generó en el país, el hombre dijo: “Esto es lo que Lucas generó en cada persona y chico de esa edad. Ustedes lo van a ver en una cancha de fútbol con ropa y botines, nosotros no somos delincuentes. Pensaron que éramos unos cabecitas, que éramos ignorantes y no teníamos nada. Hoy tenemos al país con los ojos puestos en Lucas y el calvario que estamos viviendo. Estábamos pensando en el cumpleaños de 15 de mi hija y el de 18 de Lucas el año que viene”.

En las últimas horas la justicia pidió la detención de los policías involucrados y el padre de la víctima expresó que “confío en que se van a pudrir en la cárcel, no tengo otro pensamiento que ese porque sé lo que movilizó a toda la gente, no se puede ocultar nada más y están acorralados. Que admitan que ellos lo mataron, así como lo tiraron a acribillar a mi hijo. Me lo mataron en el momento y encima lo esposaron”.

Por último, Mario enfatizó que "en cada órgano que se llevaron, Lucas dio vida; no está muerto y está en cada persona. Era un deportista sano y todo lo que donamos fue destinado a dar vida”.