"No estamos fomentando una temporada vacacional de invierno”. Con esta frase, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, dejó en claro la postura del ejecutivo provincial de cara a lo que será el inminente receso escolar.

El anuncio, como era de esperar, tendrá impacto directo no solo en los destinos turísticos bonaerenses sino también en buena parte de los municipios que reciben todos los años una gran cantidad de viajeros provenientes de la Provincia.

Y es que más allá de que la temporada esté habilitada, la falta de promoción repercutirá en la decisión de los turistas y, por ende, en las arcas locales de los distritos de invierno, quienes tras la baja de la temporada del año pasado vienen esperando un repunte para poder lograr la simple y ansiada supervivencia.

“Creemos que el nivel de casos es muy alto. Pero al mismo tiempo no tenemos ninguna restricción interjurisdiccional y todos los establecimientos están habilitados, con aforo y cuidados", agregó Bianco.

Sus dichos se suman a los expresados ayer por el ministro de Turismo, Matías Lammens, quien manifestó que desde Nación “no vamos a promover el turismo en vacaciones de invierno pero no está prohibido”.

En Buenos Aires hay una buena cantidad de localidades que dependen casi exclusivamente de las vacaciones de verano y también de las de invierno. Los serranos, como Tandil y Tornquist (Sierra de la Ventana), son uno de los más necesitados de que el gobierno reactive el turismo. Lo mismo sucede en Mar del Plata y el resto de la Costa Atlántica.

El denominador común aparece ante la primera consulta, los destinos turísticos aseguran que no se resiste otra temporada sin vacaciones. Pero el dato que también sobresale en medio de los preparativos es la expectativa. Más allá de un verano que estuvo por encima de lo esperado, para este receso invernal los distritos esperan un nivel de ocupación cercano al 50 por ciento, algunos más, otros menos.

La intención general es lograr algo cercano a lo que fue el verano. Con un agregado. El plan de vacunación juega a favor ya que cada vez son más los bonaerenses vacunados. Sin embargo, como dato en contra, los prestadores remarcan lo mismo: no se puede proyectar temporada sin las reservas previas del caso.

A partir del Covid-19 la forma de viajar cambió. Y hoy el turista resuelve sobre la marcha y sale a la ruta. Esta nueva modalidad complica la toma de decisiones locales para lograr la mejor preparación para la recepción de los viajantes.

En declaraciones a Delta 90.3, el ministro Augusto Costa aseveró que "la pandemia no terminó, hay niveles de contagio muy elevados y hay una alta ocupación de camas de terapia intensiva”. Y agregó: “las vacaciones de invierno se van a realizar, pero tenemos la obligación de equilibrar intereses de los sectores del turismo con el compromiso de mantener el descenso de la curva de casos".

Todos aquellos que decidan viajar deberán contar, como único requisito, con la aplicación Cuidar y seguir los pasos de la sección Turismo. Se trata de la misma herramienta que se utilizó durante el verano. “Tenemos la experiencia del verano, donde con el trabajo de los municipios, con los protocolos y los cuidados individuales, pudimos tener una temporada razonable, donde la en la Provincia de Buenos Aires viajaron alrededor de 7.400.000 turistas, que es un gran resultado”, sumó.

La situación es clara. La Nación mantendrá la baja en el cupo de ingresos diarios para impedir, o demorar, la llegada de la variante Delta. Sin embargo, en medio de un año electivo, no se arriesgará a prohibir una industria que comprende a una gran parte del país. Sin promover, la Provincia acompañará la medida que determinará un turismo interno con baja participación externa.