El presupuesto 2022 enviado al Congreso de la Nación por parte del gobierno prevé gastos correspondiente a la función educación por $522.490 millones de pesos. Este monto implicaría una reducción del 6,2% respecto de 2021, equivalente a $34 mil millones de pesos. La baja se explica por una caída real en el presupuesto asignado al desarrollo de la educación superior. 

Los datos surgen del informe “¿Cuál es el lugar de la educación en el proyecto de Presupuesto Nacional 2022?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Javier Curcio, Gabriela Catri, Martín Nistal y Víctor Volman, y muestra la evolución del presupuesto nacional destinado a educación, cuál es el peso relativo de los programas del Ministerio de Educación de la Nación y qué ministerios están a cargo de su ejecución.

El informe muestra que tres de cada cinco pesos se destinarán a dos programas: Desarrollo de la Educación Superior (56,1% del total del presupuesto del Ministerio) y Fondo Nacional de Incentivo Docente (10,3%). Ambos programas tienen en 2022 un peso relativo más bajo que en años anteriores. El primero representó 74,9% del gasto del Ministerio en 2020 y 56,0% en 2021. El segundo era de 14,3% en 2020 y de 9,3% en 2021.

Al desglosar el proyecto enviado, se muestra que le da prioridad a los siguientes programas Juana Manso-Conectar Igualdad (11,5%); Gestión y asignación de becas educativas (6,2%); y Fortalecimiento de Jardines de Infantes (5,2%). En 2021 los programas de mayor peso relativo en el presupuesto fueron Gestión y asignación de becas; implementación del programa Juana Manso; y Fortalecimiento edilicio de los jardines de infantes.

Por otro lado, el programa de Información y Evaluación de la Calidad Educativa tiene, entre otras líneas de trabajo, el fortalecimiento del Sistema Integral de Información Digital Educativa y la implementación de evaluaciones. Este programa representa el 0,18% del proyecto de Presupuesto 2022 del Ministerio de Educación. En años previos varió entre 0,32% y 0,03%.

Juan Llach, ex Ministro de Educación de la Nación, sostuvo que "no es la primera vez que ocurre una rebaja del presupuesto educativo, tanto el nacional como el consolidado de los tres niveles de gobierno: muy mala costumbre. Si la educación interesara de veras, el gasto nacional tendría que haber aumentado para fortalecer la conectividad, la distribución de dispositivos y la producción de material pedagógico para difundirlo en el portal educ.ar".

"Las carencias tecnológicas apuntadas perjudican sobre todo a los más pobres. Es realmente difícil de entender que, justo este año, se haya decidido reducir el gasto del Ministerio de Educación, en vez de fortalecer el Plan Federal Juana Manso que tiene, precisamente, esas funciones”, agregó.

Por su parte, Juan Doberti, docente e investigador de la UBA, advierte que “si se tiene en cuenta que el presupuesto público es el elemento más importante para el financiamiento educativo en la Argentina, estudios como este, que se comprometen con el aquí y ahora de la asignación de recursos para la educación, son imprescindibles para la mejora de las políticas públicas".

Además, "el contexto macroeconómico de alta inestabilidad, más allá de dificultar la investigación, torna más necesario el cálculo de los elementos que componen al Presupuesto Nacional para la función educativa”, alertó.

En 2022, el proyecto de Ley de Presupuesto 2022 prevé gastos correspondiente a la función educación por $522.490 millones, que presentan una reducción de alrededor de 34 mil millones de pesos respecto de 2021. La estimación se realiza a pesos constantes de 2021, utilizando la inflación proyectada para el 2022 por el Banco Central (REM).