En las últimas horas, se confirmó el fallecimiento del Superintendente de Servicios de la Salud, Eugenio Zanarini. El funcionario tenía antecedentes de problemas coronarios y murió de un infarto a los 71 años. En diciembre tuvieron que hacerle varios stents.

Se trata de otro golpe para el gobierno nacional, que en las últimas semanas despidió al exministro de Transporte Mario Meoni, luego de su trágica muerte en un accidente vial cuando regresaba a su ciudad.

Zanarini había llegado al cargo de la mano del exministro de Salud, Ginés González García. Estaba a cargo de regular y controlar a las obras sociales y a las entidades de medicina prepaga.

Se trata de un cargo clave, porque maneja un enorme presupuesto vinculado con las obras sociales y programas que son financiados desde el gobierno, en los que hay muchísimo dinero en juego.

El funcionario asumió como superintendente de Servicios de Salud, organismo que administra los fondos de las obras sociales sindicales, en enero de 2020, semanas antes de que explotara la pandemia por coronavirus en el país.

Zanarini era Licenciado en Relaciones Industriales, vicerrector en la Universidad ISALUD y ex interventor en la Administración de Programas Especiales (APE). Había reemplazado a Sebastián Neuspiller, quien renunció tras el cambio de mando en el Gobierno. 

Era hombre de extrema confianza de González García y de su sucesora, Carla Vizzotti, y participaba con frecuencia de los encuentros del Gobierno para determinar las restricciones y analizar los números de la pandemia.

El 12 de abril pasado acompañó a Vizzotti a la reunión con la Mesa de Coordinación del Área Metropolitana Buenos Aires, en la que estuvieron presentes los ministros Daniel Gollan y Fernán Quirós, así como la titular del PAMI, Luana Volnovich.

En febrero, Zanarini había sido mencionado por el propio Ministerio de Salud como una de las 70 personalidades que fueron vacunadas en el llamado vacunatorio VIP. No obsante, su caso estaba justificado por tratarse de personal de la salud y por haber sufrido un infarto anteriormente.