Si bien el Presidente Alberto Fernández la semana última nuevas restricciones hasta el 30 de abril para intentar frenar el avance de la segunda ola de la pandemia del coronavirus en el país,  no se descarta que se puedan aplicar medidas más duras. Los récords de casos se rompen todos los días y la situación preocupa y mucho en el gobierno nacional.

En este sentido, Poliarquía Consultores realizó una encuesta para sondear el humor popular en torno a la posibilidad de aplicar controles más severos de circulación. Allí, se detectó gran paridad entre aquellos que consideran que deben aumentar las restricciones y los que quieren flexibilizar.

Fiel reflejo de los tiempos que corren, atravesados por la grieta pero también por la necesidad, luego de un año y monedas de pandemia, son pocos los que pueden cerrar sin sufrir consecuencias graves. En concreto, un 46% están a favor y un 47% en contra.

En el desglose del sondeo, se percibe que a nivel general, cerca del 41% del país está de acuerdo con que hay que endurecer las medidas. El incremento exponencial de casos de las últimas semanas justifica el salto de casi un 8% respecto del humor social de febrero.

Por supuesto, hay más afinidad con esta idea en sectores cercanos al gobierno que opositores. El dato a tener en cuenta es que hay más aceptación a aumentar restricciones en CABA (40%), distrito PRO que en el GBA (38%) donde la mayor parte de las intendencias son del Frente de Todos.

Como en todos los casos, el sector que más acompaña las disposiciones del gobierno es el que el informe denomina “cristinistas”, donde un 83% cree que debe haber más restricciones. En tanto, del otro lado de la grieta, en los grupos “cambiemos no macristas” y macristas, solo un 26% acompaña un endurecimiento de medidas. En la ancha avenida del medio, la opinión es dividida, ya que cerca del 49% acompañaría más restricciones.

Respecto de la valoración de la gestión del gobierno durante la pandemia, ha caído notablemente desde marzo del 2020 hasta hoy, pero si se toma en cuenta la última medición, los valores son estables, en torno al 40% de aprobación. Sí crece el rechazo, que llega casi al 52% en la general. Interesante es la variación de estos porcentajes según si fueron alcanzados o no por el plan de vacunación. Entre los que sí, un 54% aprueba el manejo de Alberto, mientras que los que siguen sin turno lo rechazan en un 57%.

Donde no parece haber grieta es al momento de buscar culpables de los contagios. La gran mayoría coincide en que el aumento de casos de Covid-19 se debe a los relajamientos en los cuidados personales. Esa concepción llega al 64%. Solo los opositores más acérrimos consideran que son más los errores del gobierno que los descuidos de la gente. 

Tampoco hay mucha discusión respecto del proceso de vacunación. Ante la evidencia, la enorme mayoría está de acuerdo en que avanza lento, apenas un 5% considera que el ritmo es normal. Luego sí hay diferencias y aparece la grieta, en cuanto al por qué de la demora. Un 54% cree que la falta de vacunas se debe a errores del gobierno mientras que un 33% sostiene que se debe a la escasez en la producción mundial.

También se percibe la visión de los polos opuestos respecto de los resultados en el marco de la pandemia mundial. Un 44% de los entrevistados sostiene que el país está entre los países que peores resultados tiene en materia de control de la pandemia y un 59% que se encuentra entre los que menos han vacunado.    

Sobre el temor al avance de la enfermedad en el país y el riesgo de contraer Covid-19, la última medición marcó el número más alto de encuestados que creen que las posibilidades son altas o muy altas, con un 55%. Sin embargo, sigue siendo alto el porcentaje de quienes niegan la posibilidad, con un 38%, lo que explica en buena parte el relajo personal y la propagación del virus.