Tal y como viene reflejando Data Clave en los últimos días, la bajante del Río Paraná preocupa y mucho a la región, ya que sus niveles son los más bajos en los últimos 77 años. En efecto, este fin de semana, el agua descendió otros 13 centímetros frente al puerto de la capital entrerriana, que se mantiene en -33 centímetros (debajo de la escala local). Es la peor situación hídrica detectada desde 1944. Y además afecta el comercio de granos, una situación que genera preocupación a los productores.

En este sentido y debido a la gravedad de la situación, el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) pidió a las personas “ahorrar agua en el consumo diario y almacenar agua de lluvia y utilizarla para regar”. Asimismo, remarcó la importancia de no realizar quemas de pastizales para evitar la propagación de amplios incendios como los sufridos el año pasado durante esta época.

La situación es dramática y el escenario no cambiará en el corto plazo. En efecto, desde el Instituto Nacional del Agua (INA) indicaron que la tendencia descendente “continuará predominando en los próximos tres meses al menos y julio será especialmente crítico”. Asimismo, esperan impactos en las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales.

Cabe recordar que el fin de semana, el Gobierno anunció la asignación de 1.000 millones de pesos para mitigar los efectos de la bajante, que incluyen “la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna íctica y la generación de energía hidroeléctrica”.

No es un dato menor que el río Paraná es la vía de transporte del 80% de las exportaciones del agro argentino y fuente de agua potable y energía para importantes poblaciones urbanas. “Esto genera mucha preocupación, es una bajante histórica que impacta en el agua potable y esto es lo más urgente que hoy nos ocupa, además de lo ambiental”, dijo a Télam el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet.

Respecto de las causas de esta situación, Bordet afirmó que “claramente hay un cambio climático, fundamentalmente en las nacientes de los ríos con la deforestación, y con un cambio en los suelos y en los sistemas de cultivos que modifica las condiciones ambientales”.

Por su parte, el secretario de Agricultura y Ganadería de Entre Ríos, Lucio Amavet, afirmó a Télam que la bajante “impactó fuertemente en acopiadores, fileteadores, transportistas y más de 3.000 familias de pescadores que viven de eso”, registrando “el cupo de exportación más bajo de los últimos 15 años”.

En tanto, desde la Bolsa de Comercio de Rosario estimaron que el histórico bajo nivel del río podría costar al sector exportador de granos del país una pérdida de unos 315 millones de dólares en seis meses.

“Dado que en Rosario y sus alrededores se concentran la gran mayoría de plantas de molienda de oleaginosas que posee el país, lo que ocurra con la bajante del Paraná influye fuertemente en los despachos de estos derivados al exterior, ya que no es posible completar la carga en otros puertos”, advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario. 

“La bajante del Paraná genera costos enormes y pérdidas económicas sustanciales para los agroexportadores. Toda la logística está muy comprometida. Estamos perdiendo carga en manos de los exportadores de Brasil así como se trasladan barcos a Bahía Blanca y Quequén para buscar completarlos con maíz, trigo y demás productos. Esos costos son muy altos y deben ser absorbidos plenamente por la exportación”, apuntó a Data Clave, Gustavo Idigoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales.

En la misma sintonía, Idigoras agregó: “Hoy la tonelada de maíz en el sur vale casi 40 dólares más de premio por esta crisis hídrica. Si seguimos así será uno de los peores años para el sector. Según la bolsa de comercio de Rosario ya se perdieron 350 millones de dólares por la bajante pero es altamente probable que ese valor se duplique hasta el fin de la campaña. No estamos en condiciones de soportar más aumentos de costos”.