El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, manifestó que tendremos que esperar “entre 7 y 10 días” para tener “una medición del impacto sanitario del velorio de Maradona”.

El funcionario dialogó con CNN Radio y explicó que “es prematuro” hablar sobre las consecuencias sanitarias por la despedida multitudinaria y con poca distancia al mejor jugador de todos los tiempos. “Evidentemente se han incumplido cuidados sanitarios y lo hemos visto entre todos. Aunque el riesgo disminuye un poco porque fue en el espacio abierto, y otro poco mitigado porque estamos en la fase final de la curva”, explicó.

En la misma línea, agregó: “Seguramente entre siete (7) y diez (10) días de ese día tendremos una medición concreta del impacto que tuvo tanto en la Ciudad como en el conurbano bonaerense, porque había mucha gente que era de la provincia de Buenos Aires. Pero los rebrotes o las segundas olas no son solamente por un hecho puntual. Un hecho puntual aumenta los casos durante una semana y vuelven a bajar, los rebrotes tienen que ver más con un comportamiento social más distribuido y sobre todo más sostenido en el tiempo”.

También habló sobre una posible segunda ola, cómo está ocurriendo en el continente europeo: “Esto es una enfermedad que funciona, como bien está demostrando en Europa este momento, con olas sucesivas. Sobre todo esas olas tienen que ver con la pérdida de la capacidad de la sociedad de cuidarse y de cumplir algunas normativas básicas que naturalmente ocurren en el verano, cuando la gente después de un año muy duro, de mucho dolor pierde su capacidad de concentrarse y de mantener las normativas. Y, por lo tanto, nosotros lo que decimos es: hay dos instrumentos poderosos para mitigar o demorar la ola. El primero de ellos es intensificar la investigación epidemiológica −rastreo y testeo− de la Ciudad, cosa que estamos haciendo, y el otro es llevar todas las actividades posibles al espacio abierto”.

Por último, dio precisiones sobre la Ciudad de Buenos Aires y su apertura al turismo a partir de los primeros días de diciembre: “El criterio va a ser generalizado. El concepto es un PCR original del puerto de salida −es decir, del puerto donde la persona reside− sobre todo para dar cierta garantía a todos los compañeros del viaje de que ninguna persona con mucha actividad viral en ese momento suba a un avión o a un medio de transporte público. Y luego los que vengan a la Ciudad de Buenos Aires les vamos a solicitar una muestra de saliva al llegar a Buenos Aires −ya sea en Ezeiza o que vengan en tren o colectivo− y le vamos a hacer una PCR, al igual que el hisopado, pero con saliva, que es un método de toma de muestra mucho más simple y simplificado para la gente para darle garantías que esos tres días que han pasado en el interregno, las personas que hayan terminado o completado su tiempo de incubación puedan ser detectados cuando llegan a la Ciudad de Buenos Aires”.