Un contexto de tortura. Un contexto de dominación que fue más allá del dolor físico y psicológico sino que provocaron un devastador efecto emocional. Así describió la fiscal María Luz Castany lo que vivieron dos de las parejas de Rodolfo Esteban Gray, un integrante de la Policía Federal Argentina que por muchos años fue custodio de la ahora exjueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Elena Highton de Nolasco.

Gray llegó a juicio en julio de 2022 acusado de abuso sexual agravado: las víctimas eran su exmujer (fallecida el año pasado) y su ex novia. Esta última declaró en el debate oral y con muchísimo esfuerzo pudo reconstruir lo que vivió esos meses donde estuvo en pareja. La violencia fue tal que cuando intentó denunciarlo, allá por 2013, fue amenazada por el hombre y desistió. Al juicio solo llegó un tramo de los abusos, los que quedaron afuera de esa causa desistida.

La voz de la exmujer (cuyo nombre Data Clave no revela para proteger a sus hijos) se reprodujo a través del testimonio que dio en un primer juicio que se llevó adelante contra Gray y donde se lo condenó por amenazas y violencia de género. Además del testimonio de familiares y de profesionales de la salud que la atendieron, estuvo disponible una declaración ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte donde relató los 22 años de abusos sexuales que sufrió. Prácticamente, no tuvo situaciones de intimidad consensuadas porque la violencia ocurrió desde los inicios de su vínculo con Gray.

“Ella accedía a vejámenes por temor o para que no escuchen sus hijos las agresiones o para que su rechazo no sea tomado como represalia contra ellos. Gray la amenazaba con el arma para tener relaciones sexuales y en algunos casos no la dejaba ni siquiera dormir”, dijo la fiscal en el alegato cuando pidió 20 años de prisión para el acusado.

Sin embargo, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°17 lo absolvió. "Afirmar que durante más de 20 años no mantuvo relaciones sexuales consentidas con su esposo, sinceramente, es poco creíble; de por sí con él ha tenido tres hijos”, se dijo en la sentencia. Marcaron los jueces que las pruebas no fueron suficientes y que no se podía tener en cuenta lo que dijo en un juicio anterior, a pesar de que fue el propio Tribunal el que aceptó esa declaración prueba y dejando de lado que la víctima ya no puede hablar por sí misma.

Con respecto al caso de la exnovia, los jueces consideraron que presentó “contradicciones” con respecto a la duración de su relación y consideraron que los hechos marcados en el juicio se correspondían a lo denunciado en 2013, donde Gray ya fue sobreseído. Sostuvieron que se trataba de “cosa juzgada” y que nadie podía ser investigado dos veces por el mismo hecho. 

Contra esa decisión, dos mujeres fiscales decidieron llevar la causa a la Cámara de Casación al considerar que se valoró la prueba de forma “fragmentaria y deficiente”. "Se dejaron de lado elementos de prueba dirimentes y se le quitó peso a otros, sin dar razones suficientes y con argumentos estereotipados”, consideraron Castany y María Piqué.

Con respecto a la situación de la exesposa de Gray, hicieron foco en que fue un error del Tribunal sostener que la declaración testimonial de la mujer ante otro tribunal oral no puede ser valorada pese a haber sido incorporada en este expediente. Indicaron que la defensa estuvo presente en el juicio llevado adelante ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº20 -donde la damnificada habló por primera vez sobre los abusos sexuales- así como también participó del debate oral de 2022 y donde tuvo acceso a los informes de DOVIC donde se mencionaban los abusos. Con esto quisieron explicar que en ningún momento se vulneró el derecho a defenderse que tiene el acusado.

“Que la víctima haya tenido tres hijos con su agresor no desacredita sus dichos de que las relaciones sexuales no fueron consentidas. Todo lo contrario: en el debate se produjo prueba de que Gray la amenazaba constantemente con que si no accedía a sus pedidos sexuales, iba a lastimar a sus hijos”, dijeron en otro tramo del recurso donde buscan que se revierta la absolución contra el excustodio.

Por otra parte, explicaron entonces que el sobreseimiento que se le dictó a Gray en una causa de 2013 donde lo acusó la exnovia solo podía abarcar lo que la mujer relató en su denuncia del 30 de septiembre de ese año. Es decir, no podía comprometer a los hechos sucedidos en los dos meses siguientes, justamente el tramo por el que acusó la fiscalía en el alegato. Para las dos fiscales, si se tomara la visión del tribunal como válida, se estaría dando un "cheque en blanco para que el autor pueda cometer nuevos delitos contra la misma persona” si ya hay una sobreseimiento a su favor.

Con el escrito presentado, el Tribunal debe ahora girarlo a la Cámara de Casación, que será la que finalmente decida si los abusos que las dos mujeres relataron tienen una respuesta judicial o quedan simplemente impunes.