Argentina decidió este miércoles abstenerse de votar la posición mayoritaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) que condenó a Nicaragua por no cumplir con los compromisos de la “carta democrática” y denunciar violaciones de derechos humanos en el gobierno de Daniel Ortega.

El embajador argentino ante la OEA Carlos Raimundi explicó que la conducción del organismo, encabezada por Luis Almagro, no tiene la “credibilidad” ni la “legitimidad” para intermediar en el caso de Nicaragua.

"Argentina rechaza la aplicación de sanciones y cualquier otra medida que pueda exacerbar un conflicto o agravar la situación de los ciudadanos y ciudadanas, generando con esto tensiones adicionales que inclusive pueden ser utilizadas para una mayor intervención externa", dijo Raimundi.

En ese marco, agregó: "Argentina nunca dará por agotados los caminos para restablecer el diálogo con el gobierno y con el pueblo de Nicaragua, pero indudablemente para hacerlo hay que contar con una credibilidad y una legitimidad que la actual conducción de la OEA no tiene, tal cual lo ha expresado entre otros episodios, no el único y quizá el más grave, por su rol en el golpe de estado en Bolivia, por todas estas razones es que justificamos nuestro voto”.

El documento aprobado instó al Gobierno de Ortega a que “con carácter urgente y como primera medida” ponga en libertad a todos los “presos políticos” y acepte una misión de “buenos oficios” de alto nivel que debe ser autorizada por el Consejo Permanente del organismo.

Acompañaron la posición argentina Bolivia, México, Belice, Honduras, Saint Kittis y Nevis, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía que también se abstuvieron, mientras que una mayoría de 25 países votaron a favor.