Crece la preocupación por el aumento de los contagios en Europa y el avance de la variante Ómicron. El viejo continente se convirtió nuevamente en el epicentro de la pandemia, mientras algunos países busca avanzar analizan las reglas de aislamientos de enfermos y contactos.

En este sentido, Francia redujo de 10 a siete los días de aislamiento que deben cumplir las personas totalmente vacunadas que se contagien la enfermedad, pero resolvió que quienes lleguen al país procedentes de Estados Unidos sin tener el esquema de vacunación completo deberán guardar cuarentena. También colocó en la misma "lista roja" países como Afganistán, Bielorrusia, Rusia y Serbia.

Por su parte, Alemania comunicó 212.515 nuevos contagios en un día, frente a 10.100 infecciones hace una semana, según el último reporte.

Además, el Gobierno de Boris Johnson dispuso que los estudiantes de secundaria de Inglaterra deberán volver a usar barbijos en clase, por lo menos durante un tiempo. Portugal y Grecia también registraron récords a nivel nacional durante la última semana.

Asimismo, miles de personas se manifestaron y enfrentaron con la policía en Ámsterdam contra las restricciones dispuestas por las autoridades en los Países Bajos, que una semana antes de Navidad impusieron un nuevo confinamiento para frenar los contagios y pese a la prohibición de concentraciones.

Los Países Bajos impusieron un confinamiento estricto que durará al menos hasta el 14 de enero. Tiendas no esenciales, bares, restaurantes, cines, museos y teatros están cerrados, como también los centros educativos, que en principio abrirán sus puertas el 9 de enero.