En las elecciones de Estados Unidos, la contienda se gana al imponer la mayoría en el Colegio de Electores, 538 bancas en dónde están representados proporcionalmente los 50 estados y a Washington D.C. A excepción de Nebraska y Maine, en el resto de los estados el que gana la elección -aunque sea por un voto- se queda con todos los electores en juego. California es el estado que más reparte: 55.

Pero la atención esta noche está puesta en los estados pendulares, aquellos  cuyas encuestas pronosticaban pequeños márgenes de ventaja para uno u otro candidato. Esos estados son Ohio (18 electores), Iowa (7), Minnesota (10), Michigan (16), Wisconsin (10), Arizona (11), Carolina del Norte (15), Pensilvania (21) y Florida (27).

Los resultados preliminares mostraban victorias de Biden en Pensilvania, Carolina del Norte, Texas y Ohio. Pero todos esos resultados fueron revertidos -provisoriamente- por Donald Trump. En Ohio ya se confirmó el triunfo.

Otros estados relevantes son los que tradicionalmente se identificaron con un partido, y en esta elección podrían sufrir un cambio.  En Texas (38), históricamente republicano, Trump gana por apenas un punto. Mientras que en Georgia (16), también “rojo”, la ventaja es de 7 puntos.