A 200 días del inicio de la guerra, Ucrania confirmó que en lo que va de septiembre reconquistó más de 3.000 kilómetros cuadrados en el noreste del país y que expulsó a tropas rusas de varios puntos estratégicos.

"Desde comienzos de septiembre, más de 3.000 kilómetros cuadrados han vuelto bajo control ucraniano. En los alrededores de Jarkov hemos empezado a avanzar no solo en el sur y el este, sino también hacia el norte", detalló Valeri Zaluzhni, comandante en jefe del Ejército ucraniano, en un comunicado.

A finales de agosto, el Ejército ucraniano anunció una contraofensiva en el sur del país, antes de lograr esta semana un avance fulgurante en el noreste, cuya velocidad tomó por sorpresa a las fuerzas rusas.

De este modo, Ucrania afirmó que expulsó a las tropas rusas de varios puntos estratégicos del este del país, después de que Moscú anunciara un repliegue de la región de Jarkov para reforzar el frente de Donetsk, más al sur. Las localidades son importantes nodos logísticos, de los que Rusia depende para abastecer a sus tropas en el este del país.

En estas zonas se observaron camiones y blindados rusos carbonizados, algunos de ellos con la letra Z, el símbolo de la invasión, informaron las agencias internacionales.

Este anuncio del Ejército ucraniano se produjo tras el "reagrupamiento" de las tropas rusas desde Jarkov hacia la provincia de Donetsk, una de las dos que integra la sureña región del Donbass, también foco de combates, para concentrar allí sus movimientos.

El anuncio ruso de un repliegue, junto a la versión ucraniana de que entró en la localidad de Kupiansk, son los cambios más significativos en la dinámica de batalla. Desde Kremlin niegan que se trate de una reorganización debido a derrotas militares sino a razones tácticas.