Kamala Harris acompañará a Joe Biden en la fórmula demócrata para las elecciones que se llevarán a cabo en noviembre en Estados Unidos. Actualmente senadora por California, Harris será la primera mujer negra en ser candidata a vicepresidenta y la tercera mujer -de uno de los dos principales partidos- en ser nominada para este cargo.

Previo a ser senadora Harris fue fiscal general de California y luego en 2019 impulsó su candidatura a presidenta en la interna democrática. A finales de ese año dimitió para apoyar la candidatura de Biden, que según las encuestas derrotaría al candidato republicano, el actual mandatario Donald Trump.

Harris, descendiente de inmigrantes jamaiquinos e indios, declaró que las “mujeres negras y las mujeres de color han sido largamente subrepresentadas en cargos electivos y en noviembre tenemos la oportunidad de cambiar eso, pongámonos a trabajar”.

Kamala Harris on Twitter

"Joe Biden puede unir a los estadounidenses porque dedicó su vida a luchar por nosotros. Como presidente, va a construir un país que haga honor a sus ideales. Estoy honrada de acompañarlo como su candidata a vicepresidenta, y hacer lo que sea necesario para conventirlo en nuestro comandante en jefe", aseguró Harris vía Twitter.

Biden, que fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), había considerado que para ese cargo lo debe ocupar una persona capaz “de sostener la espalda del Presidente”, y que en la relación debe existir una absoluta confianza. “Hay consenso respecto a que no ha habido mejor relación entre un presidente y su vice en la historia de Estados Unidos que la que yo tuve con Barack Obama y hay una razón para eso y es que ambos confiamos en el otro y él sabía que yo nunca iba a hacer algo que contradiga sus intenciones”, declaró el candidato demócrata previo a anunciar la candidatura de Harris.

Joe Biden on Twitter

Biden, de 77 años, declaró más de una vez que él se considera un candidato de “transición”, y que apunta a un solo mandato, por lo que la apuesta por Harris toma mayor relevancia, dado que puede ser la apuesta del partido demócrata para 2024.