El dólar Blue marcó este viernes su octava jornada a la baja, acercándose a sus pares financieros, y los futuros de dólar se mantienen alejados de los picos vistos unas semanas atrás.

Esto resulta un efecto respuesta a los resultados de los comicios, por lo que puede interpretarse como un ánimo social más calmo, pero no por ello como una corrección de la dinámica. De hecho, en la licitación de finales de octubre el mercado continuó demandando cobertura, donde las colocaciones de los títulos dollar linked salieron sobre la par, redundando en una TIR del -27%, reflejando expectativas de devaluación que aún siguen arraigadas.

Por otro lado, las reservas netas continúan en terreno negativo y no profundizan la caída exclusivamente a fuerza de postergar pagos de importaciones. En ese sentido, durante septiembre lo liquidado de importaciones fue el 60% de lo efectivamente devengado por tercer mes consecutivo. En otras palabras, la economía subsiste a costa de financiamiento externo en un contexto donde las principales variables macroeconómicas se encuentran desalineadas, lo que permite anticipar un ajuste rápido una vez que finalice el cambio de gobierno.

De cara al año próximo, la recuperación de las exportaciones dará cierto aire al frente comercial, pero no será justamente este el talón de Aquiles del programa en dólares, sino la cuenta financiera. Para el 2024 estimamos que los compromisos que deberá enfrentar el gobierno ascienden a USD 12 MM, sobre lo que se monta una deuda comercial con importadores por USD 13 MM a la fecha. En síntesis, la normalización del flujo exportador no será garantía de un año menos exigente en la administración de dólares, por lo que la cuestión cambiaria (competitividad y brecha) continuará ocupando el centro de la escena.

De todos modos, ninguno de los dos candidatos a presidente ha dado especificaciones sobre qué medidas puntuales piensan disponer en el corto plazo para frenar una inflación que corre al 300% anual y brechas cambiarias que superan el 150% en un contexto de precios relativos pendientes de ajuste. Previsoramente, el mercado de deuda comienza a direccionar su interés en mayor proporción a instrumentos CER que dollar linked, olfateando mayor ímpetu en el dinamismo de precios.