Las expectativas sobre un futuro acuerdo con el Fondo Monetario juegan un rol fundamental en relación a la cotización de los papeles de deuda local, las señales que recibe el mercado a través del respaldo de los líderes europeos de Portugal, España, Francia, Italia y en las últimas horas de la canciller alemana Ángela Merkel, impulsan los bonos emitidos en el canje realizado con acreedores privados hacia terreno positivo luego de estar severamente castigados por los inversores internacionales en el último tiempo.

En el corto plazo, lo urgente para el equipo económico está dado por los vencimientos con el Club de París (el grupo de Estados acreedores del país que son coordinados por Francia) el próximo 31 de mayo por U$S2.400 millones, y los dos pagos al FMI que operan tanto en septiembre y en diciembre por U$S1.800 millones cada uno.

De los encuentros bilaterales que llevó adelante el Presidente Alberto Fernández con los principales accionistas europeos, incluído el último con la canciller Ángela Merkel y con la Directora del FMI Kristalina Georgieva, surgieron los elementos que permitieron llevar las expectativas de los inversores en Nueva York a terreno positivo tanto para renta fija como variable de nuestro país.

Estabilizar las expectativas de la economía es fundamental en el actual contexto en el que se desarrollan las negociaciones con los acreedores. Argentina está ingresando en un período de mayor incertidumbre por la ralentización de la capacidad de recuperación de la económica producto del empeoramiento de la segunda ola de Covid y medidas restrictivas a la actividad adoptadas por el gobierno para evitar el colapso del sistema sanitario.

En las actuales circunstancias Argentina enfrenta un escenario financiero realmente muy complejo, con un horizonte de vencimientos en el corto y mediano plazo muy concentrados, no solo por los pagos que operan en el presente ejercicio, sino porque entre los años 2022 y 2024 el país debería devolver en forma íntegra la totalidad del crédito Stand by al FMI más intereses, lo que resulta imposible en la actuales condiciones de la economía local.

Con ello, la reestructuración de la deuda es un hecho que descuenta el mercado en sus decisiones de inversión, ya que de no existir un nuevo acuerdo las posibilidades de cumplimiento de los términos y condiciones del Stand by firmado en 2018 serían escasas y ambas partes están decididas a evitar tal situación.

Despejar la probabilidad de un nuevo default tanto con el Club de París como con el FMI, es un elemento central para el gobierno a la hora de proveer certidumbre hacia el futuro para el sector privado y los mercados, y constituye una condición necesaria para el proximo período de postpandemia.

De esta forma, Argentina ingresa en un proceso de negociación muy relevante para definir el perfil de vencimientos de deuda que va a condicionar el balance de pagos del país en la próxima década, y con esto la mayor o menor capacidad de recuperación de la economía real una vez superada la pandemia.