A fines de julio de 2010, el matrimonio político más exitoso de la historia argentina compartía una visita a Santiago del Estero para conmemorar el 457º aniversario de la "Madre de Ciudades". Con ese marco festivo y rodeado de militantes, el ex presidente Néstor Kirchner dejó una frase que anticipaba el escenario incierto del próximo panorama electoral, para cuya definición faltaba poco más de un año. “Hay que sacarse las urnas de la cabeza, es un apresuramiento hablar de candidaturas en este momento. Lo que sí, vamos a trabajar muy fuerte para consolidar el proyecto”, afirmaba el expresidente mientras acompañaba a Cristina Kirchner en uno de los actos.

Como buen peronista y haciendo gala de esa picardía política que siempre lo caracterizó, Néstor se las ingenió en aquella oportunidad para dejar abierta la disyuntiva que generaba ruido interno dentro del Frente para la Victoria. Reeditando un antiguo eslogan doméstico utilizado en la previa electoral de 2007 con algunos retoques, sostuvo que el candidato podía ser “pingüino, pingüina o puede haber internas”. Aún no habían debutado las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), mecanismo instrumentado en 2009 por el gobierno de Cristina y nadie podía imaginar que el desenlace de aquel dilema se vería empañado tres meses después por su propia muerte. 

Las obsesiones de Alberto: qué hacer con las PASO y cómo frenar la máquina de fabricar pobres

Doce años más tarde, el Frente de Todos tiene por delante un escenario bastante más complejo que aquel que culminaría con la aplastante victoria de la formula CFK-Amado Boudou obteniendo el mayor porcentaje de votos desde el retorno de la democracia (54%). El contexto desfavorable -que incluye desde el irracional endeudamiento heredado del macrismo, hasta las consecuencias de la guerra entre Ucrania y Rusia que cambió el mapa de la humanidad, pasando por las secuelas que dejó la pandemia-, se suma a la falta de referencias ordenadoras dentro del amplio espacio del peronismo.

Este jueves, un grupo de intendentes de las dos secciones electorales más "pesadas" del territorio bonaerense, se reunieron a rosquear en Almirante Brown -asado de por medio- con la excusa de despedir al ministro de Vivienda y Hábitat Jorge Ferraresi, que retorna a la intendencia de Avellaneda. Hasta allí llegó también como invitado especial Alberto Fernández, quien mientras le hincaba el diente a un tira banderita, escuchó con atención los planteos de los jefes comunales, que le hicieron saber al jefe de Estado su decisión de apoyar la iniciativa para derogar las PASO.

Fernández ya ha manifestado en más de una oportunidad su desacuerdo con modificar la modalidad electoral en este contexto, pero -fiel a su estilo- no se cerró al diálogo y escucho los planteos de los mandamases territoriales del Gran Buenos Aires. El propio Ferraresi fue el primero en señalar que el oficialismo debía llevar "un único candidato presidencial" en los próximos comicios, moción que fue avalada por el ultra cristinista Mario Secco, de Ensenada.

“Voy a hacer lo que tenga que hacer para mantener la unidad del Frente, requisito indispensable para que ganemos”, les dijo Alberto tras sugerir que no se opone a la eliminación de las primarias, pero aclarando que la discusión en el Congreso podría colocar al oficialismo ante una nueva derrota parlamentaria, para nada conveniente. 

Diputados recibirá esta semana una nueva iniciativa para avanzar con la derogación de las PASO, que se suma a la que ya presentaron los legisladores del bloque Provincias Unidas, aliados con el oficialismo en la cámara Baja. El riojano Ricardo Herrera, que forma parte del Frente de Todos, anticipó que esta semana presentarán un proyecto de ley para derogar las Primarias Abiertas Obligatorias y Simultaneas. "Los diputados de La Rioja del FdT vamos a presentarlo en los próximos días", manifestó el legislador.

El Frente de Todos necesita 129 votos para modificar el Código Electoral. De acuerdo al cronograma y los tiempos del Palacio Legislativo, deberían conseguir dictamen antes del 21 de noviembre para tratarlo en 2022, porque diez días antes de diciembre no se puede sacar ninguno. Caso contrario, el debate se realizaría recién en marzo, cuando se reinicien las sesiones Ordinarias, ya que para que un proyecto pueda tratarse en Extraordinarias debe ser cursado por el Ejecutivo. Y no pareciera que una iniciativa de estas características pueda ser tomada como propia por el presidente.

Las obsesiones de Alberto: qué hacer con las PASO y cómo frenar la máquina de fabricar pobres

En caso de que efectivamente llegara a tratarse, el "poroteo" para lograr la aprobación es el siguiente: tendría que votar el Frente de Todos sin fugas (118) y ser acompañado por los bloques de Provincias Unidas (4), Movimiento Popular Neuquino (1), Córdoba Federal (3) y La Libertad Avanza (3) de Javier Milei. No es para nada soslayable el hecho de que el bloque oficialista no cuenta con unanimidad en este terreno. Los sectores sociales y gremiales pretenden que se mantengan las PASO y haya una gran interna para dirimir candidatos con La Cámpora y la Confederación General del Trabajo (CGT), que también quiere incluir cuadros político-sindicales.

Cómo recuperar el apoyo de los invisibles

A quien quiera escucharlo Fernández le repite con insistencia que 2023 será "el año de la recuperación". Se basa en datos objetivos: la economía viene mostrando indicadores alentadores, sumando un tercer año consecutivo de crecimiento; hay unas cinco mil trescientas obras en ejecución, que siempre dinamizan el sector laboral y muestran resultados de gestión; y la inflación en marzo -según los pronósticos oficiales- estará por debajo de los tres puntos.

Sin poner en duda la buena fe del presidente, los intendentes le hicieron saber durante el almuerzo en Almirante Brown que todavía esa esperanza no logra entusiasmar a los habitantes de las barriadas más humildes, que ven distante el horizonte de mejoría. A la hora del queso y dulce, Fernando Espinoza remarcó que muchos votantes del peronismo que tienen empleo formal "todavía no pueden salir de la pobreza porque ganan menos que los que reciben asistencia del Estado".

La molestia del matancero -que además preside la Federación Argentina de Municipios- tiene su origen en una decisión política adoptada por una de las organizaciones sociales que pisa fuerte en el conurbano. "El Movimiento Evita le planteó una candidata para competirle la intendencia y Alberto les da oxígeno con actos como el de Almirante Brown, donde lo sube a (Emilio) Pérsico a la inauguración de 140 viviendas y por eso Espinoza se enoja", contó a Data Clave una fuente con acceso directo al principal despacho de la Rosada. "Pongámonos de acuerdo: ¿estamos o no estamos mandando 1.3 millones de planes que muchos dicen que en algunos casos (por acumulación de planes) hay familias que superan los 100 mil pesos de ingresos?", completó el informante.  

Más allá de las discusiones territoriales y de la dinámica que proponen las paritarias, el salario viene sufriendo un deterioro significativo que recién comenzó a mostrar recuperación en este último semestre. Claramente el principal golpe se lo propinó la administración Cambiemos. "Entre 2015 y el 2019 se perdieron 19 puntos, pero durante los dos primeros años de nuestro gobierno -pandemia de por medio- se perdieron 5 puntos más y en lo que va de 2022 recuperamos casi tres puntos", le dijo a Data Clave una fuente muy importante de la cartera de Economía.

Pero ese no es el único problema que enfrentan los Fernández. Al término del primer semestre del año, el 36,5% de los habitantes del país estaban bajo la línea de la pobreza, y entre ellos, 8,8% eran indigentes, es decir, no les alcanzaba el dinero para comprar la cantidad mínima de comida que necesitan para alimentarse. Ante esta problemática, el gobierno avanzó en la implementación del bono “Refuerzo Alimentario” que se otorgará a partir de mediados del mes próximo en dos cuotas de $ 22.500. Hasta el viernes la ANSES ya había superado los 800.000 inscriptos para recibir esta ayuda y se aguarda todavía que crezca significativamente la lista de demandantes.

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Estos números tienen un correlato en historias que se suponían olvidadas en Argentina. La de los "invisibles", aquellos que no figuran en ninguna nómina salarial, ni de planes sociales y que solo aparecen reflejados estadísticamente cuando se mueren o se enferman. Viven en las barriadas populares y hoy tienen severas dificultades para alimentarse adecuadamente.

Un informe elaborado por la Universidad Popular Barrios de Pie revela que uno de cada cuatro niños “dejó de recibir alguna de las comidas diarias” y que en el 87% de las familias hay angustia porque los alimentos se acabarán en su hogar por falta de recursos. El documento, titulado “Emergencia alimentaria: análisis de situación de los barrios”, se realizó realizado entre 2381 familias que sobreviven en quince provincias y cuyos integrantes asisten a los comedores y merenderos de los asentamientos que dependen del movimiento Somos Barrios de Pie.

Los datos son contundentes. Más de la mitad de las familias solo se alimentan con cortes de carne con alto contenido graso; en el 58% de los hogares se sirven porciones más chicas; en el 46% de los casos por lo menos un adulto dejó de recibir alguna de las comidas diarias por falta de recursos; mientras que eso se replica para los niños y niñas en el 23% de los hogares, prácticamente uno de cada cuatro; el 87% de las familias refirió preocupación porque los alimentos se acabarán en su hogar por falta de recursos.

Al analizar los lácteos que consumen las familias más vulnerables, el trabajo destaca: “Solo el 25% los consume diariamente, en tanto que el 32% de las familias lo hicieron uno o menos veces por semana”. Al poner la lupa sobre variaciones en el consumo durante el último año para carnes, frutas, verduras y lácteos, los datos indican que "las familias disminuyeron el consumo de carnes el 54%, de frutas el 49%, de verduras el 43% y de lácteos el 44%". Por el contrario, "aumentó un 35% la ingesta de alimentos más económicos y rendidores, aunque nutricionalmente mucho menos convenientes ya que son ricos en hidratos de carbono como papa, batata, arroz y fideos".

Un "cafecito" para terminar con el peronismo

“Yo veo un kirchnerista y lo quiero hacer sangrar”, decía Jonathan Morel antes de ser detenido en el marco de la causa que investiga el accionar de la organización Revolución Federal, un grupo de acción política que llevó a cabo actos intimidatorios y violentos en contra de dirigentes del oficialismo e instituciones gubernamentales. Una de las preocupaciones principales del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal Gerardo Pollicita es establecer las líneas de financiamiento de este puñado de jóvenes que llevaron adelantes acciones desestabilizadoras que van desde el escrache de funcionarios, hasta el ataque a la Casa Rosada con bengalas y antorchas.

La gran sospecha en este punto es si la agrupación recibía financiamiento de algún sector de la política y la principal línea investigativa conduce -como es de público conocimiento- a uno de los grupos económicos más ligados al macrismo: el que encabezan los hermanos Caputo, dos de cuyos fideicomisos le pagaron nueve millones de pesos a la carpintería de Morel para la supuesta realización de muebles destinados a unos condominios en la patagonia.

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Pero esta semana, el colega Nicolás Baintrub dio a conocer una información que muestra otro aspecto de las fuentes financiadoras de Revolución Federal. "Resulta que el grupo tenía una cuenta de @cafecito_app, la plataforma que usan los emprendedores para recibir donaciones. En definitiva, no es tan raro: ellos se presentaban como emprendedores, sea lo que sea que eso signifique", explicó en un hilo de twitter.

"Pero Cafecito te permite armar planes para contar qué vas a hacer con la plata que te donen. Rev Federal ofrecía varios. Uno de los más básicos era un CACEROLAZO con 20 antorchas (las mayúsculas son de ellos) por cada aporte de $2.000. Si donabas $3.000, ya se comprometían a hacer un ESCRACHE con 30 antorchas. Pero lo más increíble llega con $5.000: una HORDA DE ANTORCHAS (sic)", agregó.

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En total recaudaron $58.000. Ocho usuarios donaron 25 cafecitos de $200 cada uno. Es decir, aportaron cada uno $5.000. Otras cuentas, como “Kirchnerato nunca más” o “Guillote libertario de Milei” hicieron donaciones más austeras, de 3 cafecitos ($600) y 5 ($1.000). Si bien queda claro que la financiación en serio pasaba por otro lado "no deja de llamar la atención la impunidad con la que se manejaban, porque todo esto era público", complementó Baintrub.

Hace mucho borraron el link de Cafecito de sus redes. Pero el perfil todavía está activo y se encuentra muy fácil en las búsquedas de Google. De hecho, está asociado a la cuenta de @mercadopago de Leonardo Sosa, el otro de sus fundadores. En el cierre, el periodista formuló una pregunta inquietante: estas empresas "¿no controlan lo que la gente puede ofrecer en sus plataformas?¿O controlan y les pareció que el escrache y la horda de antorchas no violaban sus términos y condiciones?".

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