El PJ bonaerense atraviesa por estas horas una puja interna de cara a lo que serán unas elecciones que, pese a que aún no tienen una fecha definida, pondrán blanco sobre negro una discusión hacia adentro entre diferentes formas de conducción. El movimiento hoy tiene la obligación de generar las condiciones necesarias para llevar adelante un partido que pueda defender los intereses de sus afiliados y simpatizantes. Sin embargo, no están dadas las condiciones para hacerlo bajo un manto de unidad.

El presidente del partido, Máximo Kirchner, apuesta a la continuidad. Su representación creció en poder territorial y legislativo y, a través de La Cámpora, avanza decidido en recomponer un kirchnerismo dañado. Pero no todos marchan bajo una misma bandera. Y es así que el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, está decidido a dar la pelea como otra pata K, en este caso bajo la figura del gobernador Axel Kicillof. Además, el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, busca recuperar la esencia de un justicialismo tradicional.

Por el momento, Máximo tomó la decisión de no salir a polemizar ante los diferentes cruces directos e indirectos que recibió de parte de diferentes actores del peronismo bonaerenses como el exministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, del propio Gray y también el accionar de Ferraresi quien optó por fotografiarse con algunos dirigentes que fueron adversarios de La Cámpora e, incluso, rompió el bloque del HCD de Lanús, donde manda el intendente de la agrupación, Julián Álvarez.

El diputado nacional hoy avanza hacia su propia continuidad apoyado en un acuerdo clave con los diferentes dirigentes provinciales que todavía responden al exjefe de Gabinete, Martín Insaurralde. Una pata que le permite generar mayor músculo ante una compulsa de la que Sergio Massa, a cargo del Frente Renovador, no forma parte y en la que tampoco hay dirigentes gremiales que quieran dar esa pelea interna.

La idea de renovación toma parte de las distintas acepciones del término. Desde el sector de Kicillof, con Ferraresi como figura central en la referencia partidaria, el anclaje está puesto en reiniciar el kirchnerismo para que La Cámpora vuelva a ser parte activa pero no central del accionar del movimiento

Hay un intendente que suele decir que el kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI. Esa frase ya quedó vieja. El peronismo es transversal”, sostiene un dirigente bonaerense cercano a Fernando Espinoza, a cargo de La Matanza y otro de los intendentes unidos en favor de generar un cambio interno para sostener el reposicionamiento interno de Kicillof.

Por su parte, Gray va por el lugar perdido. O, para lo que considera hacia adentro, arrebatado. Cabe recordar que la llegada de Máximo al poder del PJ bonaerense se dio, según expresó el extitular del partido, fuera de los tiempos establecidos e incluso la situación terminó judicializada.

Gray busca la renovación a través de la idea de volver al primer estado. Con los valores fundamentales del peronismo. "Con desarrollo productivo y no planes porque el PJ no es dar planes sociales. Es pleno empleo. Con el trabajo al frente. Con diálogo y consenso para recuperar el espacio para los que debieron irse. Incluso hemos perdido al electorado rural, algo que no puede pasar”, como ya le dijo a este medio.

El mandato de Máximo como titular del PJ de PBA vence en diciembre de 2025, pero el diputado nacional ya había anunciado que convocaría a comicios, primero para diciembre de 2023 (algo que no sucedió), y ahora se habla de que podría suceder en los próximos meses. Habrá qué ver qué sucede y cómo se reacomodan las piezas para cuando llegue ese momento.