Para algunas instituciones es la porción más importante de sus ingresos. La torta de dinero que genera la industria del fútbol es millonaria y significa mucho más que lo que el espectador puede imaginar. Del lado del mostrador que ocupan los clubes, nunca alcanza lo que se recibe de la TV. Del lado de las televisoras, sostienen que se paga lo que el fútbol vale. ¿Quién tiene razón? ¿Se recauda poco, o se paga lo justo?

A juzgar en tiempos de pandemia, el fútbol le saca a la TV un beneficio. Las empresas pagan, desde el inicio de la cuarentena, “contra nada”. No hay fútbol, pero el pago se realiza, religiosamente. Son, aproximadamente, entre $500 y $550 millones por mes. El 18% se lo queda AFA, el 2% la Liga para sus gastos y el restante 80% se reparte entre los clubes una vez que se retiene más del 7% por el decreto 1212.

A su vez los clubes de Primera División distribuyen el saldo de esta manera: 50% que le toca a las instituciones, en partes iguales; 25% por mérito deportivo (considerando las ubicaciones en la tabla de posiciones de la última temporada); y otro 25% de acuerdo a un sistema que contempla el rating y share televisivo. Además, nadie puede cobrar más que 2,2 veces que el que menos recibe. Una combinación de distintos factores que trae siempre discusiones entre los clubes.

Fox y Turner no cobran los paquetes premium a sus abonados por tener el fútbol desde el mes de abril. Por ahora, estos 3 meses que no hubo fútbol pagaron en tiempo y forma y en estos días discuten cómo seguir. ¿En otros países pasó lo mismo? En Brasil por ejemplo la TV buscó reducir un 40% los pagos. En Inglaterra, los clubes tuvieron que adecuarse a la exigencia de las televisoras: o terminaban la Premier con un ritmo frenético de partidos para cumplir con las obligaciones o deberían regresar casi 800 millones de euros. La temporada inglesa se termina a gusto de la TV. En Sudamérica, en diversos países no se cobró el ‘pack fútbol’, en sintonía a lo que pasó en nuestro país.

A todo esto, son cada vez más los dirigentes que empezaron a estudiar el contrato firmado bajo la presión de la Comisión Normalizadora que le respondía al ex Presidente Mauricio Macri y a su lugarteniente Daniel Angelici. Un contrato en pesos, de 10 años y con muy pocas chances de auditar por partes de los clubes que lo suscribieron asfixiados financieramente y al límite de colapsar sus instituciones gracias a las decisiones del gobierno de Cambiemos.

Desde 2017, año en el que se firmó el contrato actual y el fútbol volvió a verse por pantallas pagas, muchas voces dirigenciales se fueron alzando pidiendo un ajuste o suba en el importe que le corresponde a cada club. Cuando los dirigentes dolarizan los ingresos, ven como (devaluación mediante) el dinero es cada vez menor. En contrapartida, el compromiso de mantener viva la industria montando un espectáculo que tiene la obligación de ser de primera línea. El fútbol argentino es referencia en la región y en el mundo, y para eso necesita de estrellas y de dinero para pagarles. Los jugadores de renombre son requeridos en nuestro medio y en otros países. Hay diferentes climas, sistemas de competencias, prestigios, pero en todos lados hay algo en común: se paga a los grandes jugadores en referencia a la moneda dólar. Así a los clubes argentinos se les hace casi imposible competir con las grandes ligas y para peor, ya son varios los clubes de ligas de menor envergadura de Sudamérica que la Argentina que pueden darse el lujo de tener figuras que ya los argentinos se empiezan a despedir.

El contrato con la TV, siempre en el ojo de la tormenta

Nunca se supo, ni antes ni ahora, cuánto vale realmente el fútbol argentino. Ni cuando lo tenia el Grupo Clarin junto a Carlos Avila, ni cuando se metió el estado con el Fútbol para Todos kirchnerista ni ahora con dos grandes monstruos de la TV estadounidense. Fue Javier Tebas, número 1 de LaLiga española y experto en venta de derechos y comercialización del fútbol, quien dio una cifra. Invitado por el entonces presidente de Boca Daniel Angelici, el español se reunió con todos los dirigentes argentinos en el predio de AFA en Ezeiza en mayo de 2016. Mirándolos a la cara, les dijo que el fútbol argentino no vale menos de U$S 400 millones al año. Al cambio oficial, hoy sería una cifra que oscilaría los $30.000 millones. Hoy la TV paga, por año, no más de $6.600 millones.

El actual contrato se ajusta en cada semestre por uno de estos dos índices: por el incremento del valor del pack fútbol o por el IPC (Índice de Precios al Consumidor); de los dos, el mayor. Por eso, desde julio, la TV pagará $550 millones, aproximadamente 50 millones más que lo que pagó, mes a mes, desde enero.

Al momento del comienzo de la cuarentena, la TV informó que tenía 2,2 millones de abonados al pack fútbol. En marzo, el abono para ver el torneo local costaba $650. Con esos datos se puede tener una noción de cuánto es la recaudación de la TV: más de $17.000 millones, producto de la anualización de la multiplicación de la cantidad de abonados, por el valor del abono. Pero, en el fútbol alertan que no se pueden auditar esos números y que son bastante más generosos para las cadenas de TV. Ponen como ejemplo los casos de hinchas o aficionados que deciden no comprar el pack fútbol mensualizado y deciden comprar bajo el sistema Pay Per View (PPV), casi en el momento del partido. Sobre eso, no hay ni control ni registro. Los dirigentes no saben, por ejemplo, cuántos hinchas se sumaron a ver la definición de la Superliga el sábado 7 de marzo, sólo por ese día, por tratarse de un mano a mano entre River y Boca. Otro punto cuestionado es la publicidad. Ese ítem es todo para la TV. Y ni en la AFA ni en la Liga ni en los clubes saben cuánto se factura por ese item. Eso, es todo ganancia para la TV.

¿Cuánto es la facturación?

Considerando todos estos vaivenes, en el fútbol calculan que la TV factura por mes más de $2.000 millones lo que anualizado serían unos $24.000. Las instituciones reciben $6.000 millones. Los $18.000 millones restantes se los reparten entre las dos televisoras (TNT Sports y Fox Sports) y los ‘cableros’ (DirecTV, Telecentro, Cablevisión y todas las empresas del Interior). Impuestos, gastos de producción y sus ganancias.

En referencia a las empresas de cable del Interior los dirigentes le han pedido en repetidas oportunidades transparencia en las liquidaciones. Entre los directivos sospechan que el número de 2,2 millones de abonados, no es el real. ¿El motivo? Hay ciudades en el interior, donde no existe el sistema digital. Todo llega por sistema analógico. En ese escenario, los cableros incluyen el costo del pack fútbol en el abono básico. Esos usuarios, ¿forman parte de los abonados declarados por la TV?: Parecería que no.

Para alimentar las sospechas de los dirigentes, hay un detalle: el contrato indica que cuando se llegue a los 3,5 millones de abonados, las instituciones recibirán un porcentaje plus que llegaría al 20%. Al margen de que el ingreso extra es bajo, los dirigentes tienen claro que con este formato de pack fútbol es una cifra muy difícil de superar.

En el análisis que hacen los directivos de los clubes, hay un punto. Es la ‘marca fútbol argentino’. Todos saben que a las televisoras les sirve y les interesa tener el fútbol nacional no solo por la facturación y por el negocio, sino por el impacto que genera tener un producto tan requerido en sus pantallas, que incrementa el valor de sus empresas que cotizan en bolsa estadounidense y les permite tener un plan regional. También, los dirigentes perciben un punto clave: las cadenas televisivas no sólo usan el producto para la emisión de partidos y cobrar los abonos pack fútbol, sino que al ser dueños de todos los derechos, con esas imágenes realizan otros programas que son emitidos en sus canales, aplicaciones y todo uso que les dé rédito económico.

Tal es la importancia del fútbol argentino que en Turner ya se preocuparon por dejarle en claro a los dirigentes que si Fox Sports se baja de la televisación del torneo local, ellos están dispuestos a hacerse cargo de todos los partidos. Además, en estos días cada vez más se rumorea que el estado argentino no le aprobaría la fusión a Fox / ESPN, lo que dejaría en off side a este gigante norteamericano que podría incumplir con el contrato firmado frente a los clubes.

Otra muestra de la importancia del fútbol doméstico, está en la intención del Gobierno de llevar algunos partidos a la pantalla de la TV Pública para que se puedan ver en forma gratuita. Serían 3 encuentros de los 13 que tendrá la Primera División desde el 2021. Podrían empezar este mismo año si como todo parece indicar, el fútbol juega un torneo de transición, entre los meses octubre, noviembre y diciembre.

Una propuesta que nace del fútbol

Hace algunos días, Mario Pergolini organizó una reunión por video conferencia. De la misma, participaron Rodolfo D’Onofrio, Jorge Ameal, Juan Sebastián Verón, Andrés Fassi y Héctor Maldonado, mano derecha de Hugo Moyano. En el encuentro virtual, el vicepresidente de Boca expuso una idea: modificar el modelo de negocios.

La propuesta de Pergolini, que luego le fue transmitida por el propio dirigente xeneize a Marcelo Tinelli, consiste en que el fútbol estuviera abierto a todos los hogares que abonen el cable, y se le cobre la suma de U$S 3 por cada usuario (algo más de $200), que debería ser costeado por el cableoperador, la cadena televisiva y el usuario final, en partes iguales. Hoy por hoy, de acuerdo a los números que entregan los propios cableoperadores, hay 11 millones de usuarios de TV por cable y 2,2 packs fútbol vendidos. Lo que se genera (en cuanto a ingresos) por el pack fútbol, es por todos conocido. Vendiendo el fútbol con el sistema que propone Pergolini, se da esta cuenta: U$S 3, por 11 millones de usuarios, durante un año, da un total de U$S 396 millones. Tebas, en aquel encuentro con dirigentes en Ezeiza, dijo que el fútbol argentino vale U$S 400 millones al año. Y eso que faltan los derechos internacionales.

De esta manera, la torta para repartir, con ganancias para todos, se amplía. Desde ya, que el fútbol multiplicaría sus ingresos. Y a la TV, se le amplía enormemente el mercado para la venta de publicidades. Se pasaría de 2,2 millones de compradores de pack fútbol a 11 millones de clientes en el abono básico. Por lógica, se potenciaría la cantidad de televidentes. A su vez, la Liga tendría un beneficio extra: valdría mucho más el sponsoreo de sus torneos, y podría recaudar más dinero, llegando a superar incluso los U$S 400 millones mencionados por Tebas.

Antes de que se desate la pandemia había consenso en el ámbito dirigencial para ir a renegociar el contrato. La idea era clara: pedir un aumento en el corto plazo. Según calculan los directivos de los clubes, las ganancias netas de las televisoras son de U$S 40 millones al año.

Al no haber cobro del pack fútbol, y con la continuidad del cumplimiento del contrato por parte de la TV a pesar de no tener contraprestación por parte del fútbol, hizo que no hubiera espacio para una renegociación impulsada por los clubes.

Turner parece dispuesta a seguir abonando los siguientes meses sin tener contraprestación. Fox (adquirida hace pocos meses por ESPN, que a su vez es propiedad de Disney), no estaría tan de acuerdo y debe resolver su situación legal ante el estado argentino. En este caso, piden algo a cambio: extender el vínculo por más tiempo o quedarse con los derechos internacionales, que estaban en manos de la firma Torneos, vinculada al grupo Clarin y que se vencieron hace escasos días, el 30 de junio.

Justamente, ese fue un foco de conflicto y polémica en la gestión de Mariano Elizondo en la Superliga. Torneos tenía en la licitación la chance de hacer la primera y la última oferta. Contaba con los derechos, pagando U$S 6 millones. Para el nuevo vínculo, ofreció U$S 8 millones. La oferta no fue aceptada por la Superliga, y se llamó a licitación. Pero cuando se quiso implementar fue señalada como irregular. Llovieron las críticas en las oficinas de Madero y hasta hubo una fuerte carta de ESPN y otras firmas al respecto, señalando que la licitación estaba diseñada de una manera tal que se buscaba beneficiar a un determinado sector. Todos señalaban a Hernán Donari, ex pope de Fox Sports, despedido de la firma pocos meses antes quien formaba parte del directorio de una firma ignota, con bases en Miami y negocios en Chile, que se veía beneficiada por la forma en la que estaba planteada la licitación bajo el rótulo de “empresa iniciante”

Ahora, ya pasado el primer semestre de 2020 y a días de haberse vencido el contrato anterior, se sigue negociando. Este es un punto clave en la próxima década del fútbol argentino. Una buena negociación de los derechos internacionales podría ayudar a enderezar la economía general de la industria de la pelota. Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba, dice que esos derechos valen varias veces más que lo que se pagan. Los dirigentes saben que deben ser muy exigentes con la oferta. Los derechos audiovisuales en el mundo del fútbol llevan décadas de crecimiento sostenido y marcado. Y se pagan el dólares, la moneda tan ansiada por el dirigente argentino; todos los indicadores señalan que van a seguir creciendo. Las OTT (transmisión de un contenido a través de internet sin la implicación de los operadores tradicionales en el control o la distribución del contenido) son una herramienta cada vez más utilizada que sirve para potenciar el alcance de cada producto. Por caso, obedeciendo a una decisión estratégica, Conmebol ha hecho crecer mucho el valor de sus productos con estas herramientas.

Hay que tener en cuenta también que existe una fuerte presión de los cableoperadoes, principalmente del grupo Clarin, para que el futbol no vaya a una OTT (una especie de Netflix del fútbol), ya que de esta manera podrían perder millones de abonados que hoy en día mayoritariamente tienen el cable sólo para ver el fútbol. Sobre todo las nuevas generaciones, orientadas a las plataformas rápidas, móviles y todo tipo de aplicaciones.

La producción de los partidos

Un tema que se habla poco en on y mucho en off desde Turner y Fox/Disney es el costo de producción de cada partido. Hasta ahora, cada encuentro tiene un costo aproximado de $1,8 millones. La producción corre por cuenta de Torneos. Con 276 partidos en la pasada Superliga, la empresa de San Telmo le facturó a los dos canales más de $496 millones. Nunca se vio un salto de calidad en la transmisión de los partidos, aún cuando en los River-Boca se esfuerzan por realizar una producción que quiere imitar las europeas. Es bueno decir que tampoco ayudan las actuales instalaciones de los clubes argentinos, muy faltas de inversión. Con solo ver el estado actual del Monumental de Nuñez, alcanza como muestra.

Muchos recuerdan cuando, pocos meses antes de su despido de Fox Sports, Felipe Mc Gough le comentó a un grupo de dirigentes que no tenía dudas de que Torneos, la productora de los partidos relacionada al grupo Clarín, se aprovechaba de su posición de privilegio y que los costos de producción de cada encuentro del fútbol nacional tenían que ser mucho menores. Ignacio Galarza, su CEO, logró que una vez que su antecesor Alejandro Burzaco fuera detenido en el marco de la causa denominada FIFA Gate, Torneos siga produciendo el fútbol. Aún no pudo mejorar la calidad de las transmisiones y es por eso que ESPN está pensando cambiar la productora y otorgarle los partidos a la empresa del ex rugbier Agustín Pichot (PEGSA), muy cercano a las máximas autoridades regionales de la cadena mundial de deportes, a quienes actualmente les brinda un servicio casi con exclusividad y de manera creciente. Lo raro es que hay quienes aseguran que Pichot terceriza casi todos sus negocios en empresas que hace muchos años están en la industria.

Aún en un año sin fútbol por 6 meses (abril a septiembre), las empresas facturarían en un año normal más de $24.000 millones, y entregando sólo $6.000 millones a las instituciones, cuentan con un colchón más que importante para poder solventar estos meses aciagos para la industria del fútbol en particular y para el mundo en general. Esa sería la razón por la cual siguen pagando ya que correrían más riesgos entrando en una negociación que les podría hacer perder este beneficioso contrato para las firmas estadounidenses.

¿Cómo será el futuro?

La intención de buscar un nuevo vínculo, o al menos, modificar las características del existente, de parte de los dirigentes son evidentes. En las próximas semanas seguirán las reuniones. Las negociaciones tendrán un ida y vuelta entre la AFA y la Liga por un lado, y Fox Sports y TNT Sports del otro. Víctor Roldán, abogado de Turner, reporta inmediatamente todo a Tomás Yankelevich, hijo de Gustavo y Cris Morena, quien es su jefe regional. Mientras que Guillermo Tabanera, quien tiene a cargo la operación de ESPN en Argentina desde hace años, le reporta a Diego Lerner, pope regional de la firma Disney.

Mientras tanto, firmas internacionales como Media Pro, IMG, Gol TV, Trisa, Prisa y otros pooles de medios, esperan con ansias la definición, ya que les interesa mucho el fútbol argentino, tanto para el mercado interno como para el internacional por el que aguardan una inminente licitación. En el ámbito local, también hay expectativa. Daniel Vila dueño del grupo América es otra de las personas que a través de su conglomerado de medios (América, A24, Radio La Red, entre otros) siempre pone un ojo en el fútbol local. 

Hoy sin show televisivo por la pandemia, puertas adentro unos piensan que reciben poco y los otros sostienen que pagan lo que dice el contrato. La pelota, detenida en los campos de juego, sigue rodando en los escritorios. Le pegan con rosca y cada avance en la negociación, se festeja como un gol.