Un gesto, una señal, una sonrisa, un aviso, un saludo casual. Algo de eso es lo que van a buscar quienes lean la audiencia donde el presidente Alberto Fernández declara como testigo en la causa Vialidad-Obra Pública como algo más que una mera presentación judicial. Su testimonio en este debate fue pedido por la principal imputada en el expediente: la actual vicepresidenta Cristina Kirchner. 

En momentos donde el vínculo político entre ambos no atraviesa el mejor momento (entre otras cosas, por la situación y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional), el mandatario eligió concurrir a Comodoro Py a pesar de que tenía la opción de declarar por escrito.

El artículo 250 del Código Procesal Penal de la Nación sostiene que no estarán obligados a comparecer el presidente y vicepresidente de la Nación; los gobernadores y vicegobernadores de provincias; el jefe y vicejefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los ministros y legisladores nacionales y provinciales; los miembros del Poder Judicial de la Nación y de las provincias; los ministros diplomáticos y cónsules generales; los oficiales superiores de las fuerzas armadas desde el grado de coronel o su equivalente, en actividad; los altos dignatarios de la Iglesia y los rectores de las universidades oficiales”. Allí se explica que según la importancia del testimonio, esas personas podrán declarar desde su “residencia oficial” o por un informe escrito. 

Alberto está citado para las 09:30. Es un juicio semi-presencial: en la sala de audiencias más grande que tiene el edificio de Retiro estarán él, los jueces del Tribunal Oral Federal 2 y un secretario mientras que el resto de los involucrados seguirán la cita por Zoom.

“En el año 1994 se introduce la figura del jefe de gabinete, el responsable de la ejecución del presupuesto, sin embargo acá no está citado ningún jefe de gabinete y no digo que tengan que estar acá. El que ejecuta el presupuesto es el jefe de gabinete, no el presidente o presidenta de la nación. Si es así, van a tener que citar al presidente de la República, que fue jefe de gabinete de 2003 a 2008”, había dicho Cristina cuando le tocó hablar en indagatoria, en diciembre de 2019. El debate había comenzado unos meses antes, en mayo de ese año. 

Cabe resaltar que para ese momento, Alberto ya estaba dentro de la nómina de testigos: fue incorporado por la defensa de la vicepresidenta en 2018, por lo que será Carlos Beraldi el primero en interrogarlo. Hasta ahora, las preguntas a Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich y Aníbal Fernández (los otros jefes de gabinete citados este mes) giraron sobre lo mismo: si alguno recibió alguna orden, sugerencia, instrucción o mensaje para direccionar la adjudicación de obra pública a favor de las empresas de Lázaro Báez, uno de los imputados. 

Entre los involucrados en el juicio están también el ex ministro de Planificación Julio De Vido y el ex secretario de Obras Públicas José López. Justamente las defensas de De Vido y de Báez también solicitaron el testimonio de Alberto. Recién después de eso, le tocará interrogar a la fiscalía, a cargo de Diego Luciani, que apunta a desentrañar y poner el foco en cómo se realizó la asignación de obra pública. 

La hipótesis de la fiscalía se basa en el requerimiento de elevación a juicio firmado en diciembre de 2017 donde se habló de “una organización criminal orientada a la sustracción de fondos públicos por medio de la asignación discrecional de prácticamente el 80% de las obras viales adjudicadas en la provincia de Santa Cruz en favor de las empresas de Lázaro Antonio Báez, lo que representó la contratación del Estado por más de 46 mil millones de pesos”.

Alberto no será el último ex jefe de gabinete que tendrán en su sala los jueces Andrés Basso, Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu. Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, tiene fecha para presentarse el próximo 21 de febrero. Aunque no hay confirmación aún, se especulaba con la posibilidad de que declarara de manera virtual. Una vez que finalice la etapa de testigos, comenzarán los alegatos, momento en el cual se formulan las hipótesis de acusación y defensa. Tras eso, vendrá la sentencia, que en Tribunales se especulaba para fines de este año, aunque todavía no es una fecha cerrada.