Los principales referentes del Frente de Todos se reunirán este jueves después de mucho tiempo tras la convocatoria del presidente Alberto Fernández, en su carácter de titular del Partido Justicialista. La cumbre se da en un contexto de máxima tensión en el oficialismo, que todavía no tiene definidas candidaturas. Además, los cortocircuitos del peronismo están a la orden del día

Por este motivo, la denominada “mesa política” tendrá por objetivo diseñar las "reglas electorales del Frente y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones de este año”. De este modo, se comenzarán a delinear los pasos a seguir de la coalición oficialista para los próximos comicios presidenciales. 

El escenario de la cumbre será la sede partidaria de Matheu 130 de la Ciudad de Buenos Aires. según confiaron fuentes con acceso a los despachos de la Rosada a Data Clave, por estas horas el propio mandatario prepara la convocatoria, con llamados a gobernadores e intendentes oficialistas. Las comunicaciones comenzaron durante el fin de semana y continuarán en los próximos días.

El jefe de Estado también aprovechará una visita al partido bonaerense de Ituzaingó, para luego desembarcar en la provincia de Catamarca, donde será recibido por Raúl Jalil, uno de los gobernadores más cercanos.

Es que desde el Gobierno esperan la presencia de representantes de los distintos espacios políticos, pero la fuerte interna podría conspirar contra este deseo. La lista de asistentes que darán el sí definitivo todavía no está cerrada y el mandatario buscará ampliarla lo más posible.

Bandera blanca a la interna

Durante el fin de semana, el Presidente y el ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro, mantuvieron finalmente un encuentro en la residencia de Olivos.

“Fue un encuentro positivo acordado entre los dos. Hablaron francamente y los dos quedaron conformes. Acordaron trabajar para seguir potenciar la gestión con eje en resolver los problemas de la gente”, confirmaron fuentes de Casa Rosada a este medio.

La reunión -a puertas cerradas- le bajó la tensión a la relación entre Presidente y el integrante de su gabinete, quien deslizó su enojo al ser excluido de una reunión con organismos de derechos humanos junto al mandatario de Brasil, Inácio Lula da Silva.